Sor Lucía Caram agita Twitter insultando a los votantes de VOX

Uno no deja de sorprenderse cada vez que esta monja abre la boca o enciende el Twitter. Resulta incomprensible que precisamente una religiosa haga gala de esas dosis de maldad que vierte a espuertas allá donde se encuentre.

Peca cada vez que habla y de los 7 pecados capitales, exhibe la ira, la envidia y la soberbia. No se queda corta, tampoco, en lo que respecta a los pecados veniales -no por ellos menos graves-. Juzga y condena a sus semejantes, exhibe una inusitada violencia verbal, maldice e insulta. Hace proselitismo de la maldad oculta tras sus ropajes católicos.

Me asombra que sus superiores permitan que siga usted manchando el nombre de la Iglesia, con su actitud y sus formas.

En una tarde en la que toda España estaba pendiente de la sesión de investidura, esta «dulce monjita» necesitaba llamar la atención que la actualidad le negaba y no encontró mejor modo que volver su furibunda faz contra los votantes de VOX y vomitó este tuit:

Cuando te insultan radicales de extrema derecha, que se dicen «católicos» pero que odian a los inmigrantes, a lo más pobres y que tienen como arma la calumnia y la mentira, y si encima son de @vox_es o de diversas siglas semejantes, te dices con satisfacción: No estoy equivocada!

Cuando te insultan radicales de extrema derecha, que se dicen "católicos" pero que odian a los inmigrantes, a lo más pobres y que tienen como arma la calumnia y la mentira, y si encima son de @vox_es o de diversas siglas semejantes, te dices con satisfacción: No estoy equivocada!

— Sor Lucía Caram (@sorluciacaram) July 22, 2019

A esta argentina de corazón tan negro como la toca que cubre su cabeza, no podemos dejar de recordarle, por si lo ha olvidado, que los grandes enemigos de los católicos no son votantes de VOX, ni personas de derechas.

Debe usted buscar al demonio en el otro lado, gire su cabeza hacia la izquierda, y hallará a quienes no hace demasiados años violaban, torturaban y profanaban a hermanas suyas.

Busque usted entre sus amigos, y encontrará a los descendientes de quienes ejecutaron no hace tanto, en España, un auténtico genocidio católico.

Miles de católicos asesinados por los rojos se revuelven en sus tumbas, ante sus palabras. Arrodíllese y pida perdón.

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