Sólo nos queda VOX

No me importan las presuntas crisis de VOX. No me importan las luchas internas, las voces discrepantes, los tira y afloja entre liberales, identitarios, democristianos… no me importan. Ellos -VOX-, sabrán cómo deben resolver esas cuestiones internas, que desde fueran nunca conoceremos de verdad y por ello me abstengo de juzgar o criticar.

Los votantes convencidos de VOX somos el único voto fiel que hay en España. ¿Por qué? ¿Somos acaso unos analfabetos, unos sectarios, o peor aún, los fachas que los demás ven en nosotros? No, somos simple y llanamente ciudadanos críticos y reflexivos. No conozco votante más preparado y competente en esto del voto, que el votante de VOX y para conocer a ese votante -para conocernos-, sólo hay que conocer el rumbo que nos ha traído hasta aquí y de ese modo conoceremos el rumbo que seguiremos en adelante.

Los votantes de VOX somos ciudadanos desengañados, ciudadanos que probablemente hemos votado a diversos partidos, que nos han defraudado y ahí radica el quid de la cuestión. Si hemos votado antes al PP, a Ciudadanos, a UpyD, incluso, ¡válgame el cielo! también al PSOE, y hemos recalado finalmente en VOX, ha sido el desengaño el que nos ha llevado a este destino y poco nos importan si son mansas o bravas sus aguas, porque nadie nos hará volver a los lugares de los que partimos.

En estos momentos, poco importa que Sánchez venda al mejor postor lo que queda de España o que Feijóo pueda reunir apoyos para llegar a la Moncloa. En realidad poco importa, todo seguirá igual, cuesta abajo y sin frenos. Uno por activa y otro por pasiva, nos llevan al despeñadero y ese convencimiento explica por qué algunos ciudadanos votamos y votaremos a VOX a pesar de tener enfrente a más de media España: porque no nos resignamos, porque no queremos mirar hacia otro lado cuando unos y otros acaban con el país -llamado España, de momento-, que hemos conocido.

Sólo nos queda VOX y, esa es nuestra débil o fuerte esperanza y si VOX desaparece, millones de votos quedarán huérfanos para siempre, porque no podremos devolver nuestro voto a partidos que no saben qué hacer con ellos. Porque los votos de los españoles de verdad parece que les queman en las manos.

Pero aún hay esperanza, aún hay en España 3.000.000 de ciudadanos que no tiran la toalla y confían en VOX para que nos saque de este atolladero en el que estamos metidos desde hace años. El atolladero de la pérdida de valores y de identidad, el atolladero de la inseguridad ciudadana, de la crisis, de la falta de libertad, de la desestabilización y la desunión. Sólo nos queda VOX y por eso, poco me importa lo que leo y escucho en los medios de comunicación, esos medios que, obedeciendo a espurios intereses, disparan a todo lo que se mueve alrededor de la corrección política, si entendemos por corrección el comunismo, el separatismo o el nacionalismo.

Que 3.000.000 de votos, teniendo todo en contra, son muchos votos, y esa es la fuerza que actualmente hay en España para intentar que unos y otros no nos arrojen finalmente por el despeñadero hacia el que nos conducen.

Pilar Salsamendi

Directora de Redacción de InfoHispania. Políticamente incorrecta. Licenciada en Filosofía y CC. de la Educación. Psicóloga.

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Un comentario

  1. Totalmente de acuerdo, Pilar. Somos tres millones, y probablemente si hubiera transparencia, objetividad, respeto y equidad en el sistema político y en sus terminales mediáticas seríamos muchos más.

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