«Harto ya de estar harto, ya me cansé de preguntar al mundo porqué y porqué»

Como rezaba la canción de Serrat, estoy harta, harta de ver en los noticieros como sus presentadores dan las noticias más aberrantes que se puedan escuchar, nos las cuenten con una media sonrisa en su boca, y lo que es peor, nosotros -los escuchantes-, las recibamos y sigamos comiendo y bebiendo como si tal cosa.

Eso quiere decir que ya estamos inmunizados a los asesinatos de mujeres a manos de sus maridos despechados.

A las violaciones de un señor a unas niñas hijas de su pareja de seis y nueve años.

A la okupación de la casa de una anciana de más de noventa años, la cual lo ha perdido todo, porque la razón es de los okupas.

A ver cómo la guardia civil encuentra cada día casos graves de corrupción de políticos.

A ver cómo se reproduce un vídeo donde una mujer en presencia de sus hijos roba artículos en un supermercado, agrediendo a los empleados y se larga sin poder ser detenida, y a la que se descuiden demandará al establecimiento por grabarla sin permiso, a pesar de que la grabación la hizo un cliente.

A ver como unos energúmenos ilegales destrozan con total impunidad la ciudad de Barcelona.

A ver a un fugado de la justicia vivir a cuerpo de rey en el extranjero,  permitiéndose hacer declaraciones a las televisiones.

A escuchar como un comunista nos da lecciones de moral cuando él y su pareja viven en una casa de un millón de euros comprada con los beneficios de ejercer la política.

A ver una y otra vez niñas y niños agredidos por sus compañeros de colegio, que tristemente algunos han acabado en suicidio.

A ver cómo los políticos más corruptos y más ladrones nos cuentan sus mentiras.

A escuchar y conocer toda clase de timos y de fraudes que se cometen a diario vía redes sociales.

A ver residencias de ancianos donde estos son vejados y maltratados.

A ver cómo bandas de jóvenes y no tan jóvenes  se matan entre sí, por ajustes de cuentas.

A ver cómo se descargan paquetes de drogas en playas de la costa andaluza y los traficantes agreden a la policía.

A ver entrar por las vallas centenares de emigrantes que vienen única y exclusivamente a beneficiarse de la caridad política de España, porque estas ayudas que reciben sólo son cuestión política.

Y mientras tanto, nosotros seguimos comiendo y bebiendo, como si tal cosa.

Si nada de esto nos afecta, y no movemos un dedo por cambiar las cosas nosotros mismos, ningún partido político lo hará, ellos solo quieren el poder.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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