Ya puede desgañitarse la izquierda mediática, que los responsables tienen que pagar
Los desastres se acumulan y cada vez es más evidente la incompetencia de este desgobierno.
Acostumbrados como estábamos a que cualquier nimiedad fuera una emergencia; quedan patentes cuando llega el verdadero desastre las necesidades que realmente tenemos y que en modo alguno han sido cubiertas por nuestros nefastos dirigentes.
Ante la tragedia que nos rodea vemos con impotencia como las comunidades autónomas, esas que según nuestros políticos servían para acercar la administración al ciudadano, son en realidad un escollo para que cualquier gestión llegue a buen puerto y suponen una maraña burocrática de dimensiones colosales que impide las soluciones rápidas y eficaces que requiere una situación como la actual.
El ciudadano, asiste impotente a una pelea de gallos absurda entre esas mismas comunidades que en lugar de ponerse al servicio de quiénes las mantienen, pelean entre ellas, ocultan y manipulan cifras, ponen trabas de todo tipo, sin importarles en absoluto ni la salud, ni la seguridad de sus conciudadanos que con sus generosísimos impuestos, mantienen todo el tinglado.
Está quedando patente la terrible incompetencia del personal que nos pastorea. Y ello nos debería llevar a meditar que somos nosotros con nuestros voto los que elegimos a semejantes mequetrefes. Avergüenza pensar el nivel de quiénes ocupan cargos de verdadera responsabilidad. Donde deberíamos tener excelentes técnicos y gente que tomara decisiones acertadas tenemos a adolescentes cuarentones, o cincuentones, cuando no niñatos con un bachiller mal terminado, el cerebro lleno de basura marxista, un miedo que cada vez es más evidente en sus rostros y un patetismo que roza lo ridículo, concluyendo todo ello en una nefasta gestión que está consiguiendo la muerte de miles de españoles que ninguna culpa tienen de ser dirigidos por estos genocidas analfabetos.
La postura de la izquierda intentando justificar lo injustificable es patética. El papel que están desempeñando algunos medios de comunicación, colaboradores directos de esta tragedia, roza lo delictivo. Todos los liberados sindicales que están negándose a incorporarse a sus puestos de trabajo están quedando retratados y me temo que tampoco se van a librar de al menos una buena multa. Las mentiras repetidas un millón de veces chocan frontalmente con la realidad que vemos ante nuestros ojos y con la pérdida directa de amigos y conocidos.
¿A quién no afecta ya el COVID-19?
Cuando la tragedia que nos devasta pase, van a ser muchas las cuentas a ajustar, van a tener que ser muchos los puestos en los que el personal inútil sea cesado. Muchos personajes que nos han abocado a esta tragedia van a tener que ir caminito de Jerez y esta vez en serio, y la Gran Querella Nacional que se avecina y que ya ha empezado, va a poner las cosas en su sitio.
Ya puede desgañitarse la izquierda mediática.
Los responsables esta vez tienen que pagar por sus errores y su manifiesta incompetencia, por sus mentiras flagrantes y sobre todo porque están más ocupados en ocultar su terrible incompetencia que en ayudar a solucionar el problema en que ellos nos han metido
Estoy seguro de que si hay un sector en el que no habrá paro en los próximos años va a ser en el de la abogacía.