Ya no somos todos iguales

Ya no somos todos iguales ni ante la ley ni ante muchas instituciones, en vez de prosperar, hemos ido hacia atrás como los cangrejos.

Desde que aparecieron en política activa toda esta serie de individuos llamados progresistas, salidos de una sentada, y que por arte de la ambición desmesurada por gobernar del presidente, fueron elevados a ministros con poder para hacer leyes, todo se ha ido al garete.

El respeto se gana, pero nunca a golpe de decretazo y mucho menos con favoritismos absurdos.

Ahora un opositor que saque el número uno de una oposición porque es brillante y ha ido muy bien preparado, tendrá que competir con una persona trans con privilegios ante esa plaza, porque así lo dice la ley, sea o no válido para el puesto.

Las mujeres tendrán días pagados por el empresario y derecho a baja en la SS cuando tengan la regla, osea quién dependa únicamente de mujeres trabajando en su empresa va a empezar plantearse emplear a hombres, flaco favor hace esta ley a las mujeres que han trabajado con su regla a cuestas durante toda la vida.

Otra de las estupideces del mal llamado gobierno progresista es que en las empresas de más de 50 trabajadores, cuando realicen las revisiones sanitarias pertinentes, los gays, lesbianas, y trans deberán tener un protocolo distinto al resto de los mortales.

Todas estas imposiciones lo único que consiguen es que las personas comiencen a mirar de reojo a quienes siempre habían mirado de frente y a la cara, y comiencen a ser discriminados por sus beneficios ante cualquier individuo.

Yo no quiero enchufados de ningún tipo, el que valga para un puesto de trabajo que se lo gane, con quien se meta en la cama, o como quiera vestirse no me interesa en absoluto.

¿Otra pregunta que yo me hago, el binario que ha obtenido su DNI con una X porque no se siente ni hombre ni mujer, dónde se soltará la meada en un WC público?

Todo esto me parece un ataque a la inteligencia y el buen criterio del resto de los mortales que queremos prosperidad y trabajo para nuestro país y no toda esta serie de despropósitos absurdos sin ningún sentido.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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