VOX se opone a neo-fascistas y la extrema izquierda
Los fascistas reales se alegran de llamar fascista o extrema derecha a cualquier cosa que no sea extrema izquierda o diferentes a ellos y su dogma.
Aunque Churchill jamás ni dijo ni escribió: «Los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas«, quienquiera que lo acuñase fue un verdadero genio conocedor de la naturaleza humana. El neo-fascismo ha regresado, para quedarse mientras se le permita, con su siniestro manto de falsa cobertura democrática y sus peligros concomitantes. Las viejas ideologías sufren transformaciones para adaptarse a las nuevas circunstancias sociales: una de esas transformaciones ha sido la del nacionalismo catalán en su forma más virulenta: nos referimos al separatismo en su vertiente del procès y que finalizó en una tomadura de pelo para los separatistas que lo siguieron. Los viejos demonios han despertado impulsados por el motor de una implacable deslealtad hacia España basada en aspectos emocionales y la exacerbación jactanciosa de identidades pretendidamente superiores y la lengua regional como bandera de estados inventados.
El motor del neo-fascismo y sus cómplices
El motor ha sido generosamente alimentado con la mezcla de combustible que todo fascismo necesita para carburar: (a) la sedición ha estado medrando durante los últimos cuarenta años con la aquiescencia de los diferentes gobiernos de España, (b) gobiernos que han financiado generosamente al monstruo y (c) les han transferido competencias de Estado a cambio de un miserable puñado de votos o una alfombra roja con asiento en la Moncloa; todo en su conjunto constituye una verdadera felonía por parte de esos gobiernos, ya que el nacionalismo separatista no se aguantaría jamás sin el mimo expreso maternal de los gobiernos de España desde la misma Transición. La prensa anuncia que los líderes separatistas solo pueden aguantar cuatro meses sin cobrar, y así pareció ser pues es lo que duró el pusilánime amago de Artículo 155 que el gobierno del Partido Popular de Rajoy aplicó.
Los medios de comunicación son también cómplices (salvo honrosas excepciones)
Efectivamente, esta melé desenfrenada nos ha conducido al surgimiento del neo-fascismo, en ciertas regiones de España, mientras que la mayoría de los medios de comunicación añadían un potenciador al combustible del sediento motor del nacionalismo por acción u omisión. Para empeorar las cosas, los mismos medios han mantenido en el más puro ostracismo a un partido político dispuesto a oponerse al fascismo; y, para más inri, si alguna vez lo mencionaban en sus noticiarios era para acusarlo de fascista o de ser un partido político de extrema derecha. El partido en cuestión es VOX, que se ha enfrentado con valentía mediante acciones directas en los tribunales denunciando acciones del verdadero movimiento fascista ante los que los respectivos gobiernos hacían la vista gorda.
Vox se enfrenta al establisment
Ese enfrentamiento contra el establisment es la causa del ostracismo mediático de VOX, lo que demuestra que la prensa libre continúa siendo una mera ilusión; pero las cosas están mejorando: VOX podría tener posibilidades de lograr alguna presencia en las próximas votaciones (yo no las llamo elecciones).
Y en ese caso, y de seguir en la misma línea su voz podría convertirse con el tiempo en un componente esencial de la política española y Europea respecto a aspectos tan claves como la inmigración descontrolada, la devolución de competencias al Estado por parte de las depredadoras autonomías y la reducción de la casta política parasitaria en España, que por cierto y pobres ilusos podemitas, nunca llegará por parte de Podemos.
Podemos ya ha demostrado de qué pie cojea. De hecho, VOX ya está obligando redirigir tímidos cambios de dirección en el PP, Ciudadanos y PSOE, ya que todos temen un trasvase de votantes hacia dicho partido.
En efecto, lo que está en su programa es de puro sentido común y los españoles no son tontos.
Así que VOX, en vez de ser extremo nada es un partido transversal; y en todo caso, por ahora, de extremo sentido común.
Los verdaderos fascistas
Como resulta habitual, en los partidos y medios de comunicación políticamente correctos, que se encuentran muy cómodos en sus actuales poltronas, los fascistas reales junto a los medios de comunicación se alegran de llamar fascista o extrema derecha a cualquier cosa que no sea extrema izquierda, separatistas o diferentes a ellos y en disonancia con su dogma.
Mientras que en América las personas se enorgullecen de ser patriotas en Cataluña, por ejemplo, la propaganda separatista goebbeliana ha difundido la estupidez de que si alguien está orgulloso de España es un fascista. Y lo malo es que ni quienes los insultan ni quienes reciben los insultos tienen ni la más remota idea de lo que significa el fascismo. Pero quienes lanzan la idea sí lo saben: son tan perversos que lo saben.
Esto es lo que VOX parece estar dispuesto a corregir y es tan fácil como cortarle el alpiste, la TV y competencias a las Comunidades Autónomas, especialmente Cataluña y País Vasco. Con urgencia hay que unificar a la policía con un sueldo muy digno y medios, recuperar sanidad y después educación. Claro, que hasta ahora nadie ha tenido la valentía ni la voluntad de hacerlo ¿La tendrá VOX? ¿Llegará a tener los suficientes votos?
La otra opción es seguir otros 40 años igual. Al fin y al cabo se han enriquecido todos: comenta Alfons López Tena (Sagunto, 1957) uno de los principales ideólogos del independentismo catalán de nuestro siglo: “Tanto desde CiU como desde ERC tienen un objetivo claro con todo esto del Procés: gesticular mucho para mantener el dinero y los cargos de sus redes clientelares. Lo que querían en realidad era un acuerdo con el gobierno de España para recibir más dinero. Yo me di cuenta de que todo esto era una farsa desde el primer día. De Convergència, de Esquerra y de las CUP, que son las juventudes de Convergència. Fíjate: fracasó el Estatut y CiU y Esquerra siguieron igual. Como proyecto no tienen, ahora se han preocupado de fomentar las comisiones de fiestas y festejos, como Òmnium Cutural o la ANC, pero detrás de esto nunca ha habido nada. Sólo una gran mentira”.(El Español).