Villalar no existe
Se espera que haga mención a la Comunidad Autónoma, a su pasado, a su presente y a su futuro, pues nos encontramos en los días institucionalmente establecidos como de recuerdo de su historia. Son días que impuso la izquierda en el recuerdo de una derrota de los nobles que, insurgentes, defendían que el Rey no les subiera los impuestos…. Vamos, unos progresistas en contra del tirano… ¡manda huevos! Pero si ahora es el gobierno progresista el que defiende el incremento de impuestos… cómo cambian las películas a lo largo de la historia.
En estos días se está gestando un proyecto de importancia nacional e internacional que se plantea en Castilla y León, por empresarios, estudiosos y profesionales que están buscando el apoyo institucional de la Junta que se ha comprometido a ello, si bien el proyecto trasciende el ámbito incluso nacional.
No parece que algunos, desde la Junta, sean capaces de ver la relevancia del proyecto, de ser pioneros en la defensa de los agricultores, de los vecinos y de los datos no personales de estos para, de forma prioritaria, defender España.
Es mal momento, nos encontramos en plena berrea política con las “bestias” excitadas hasta la pérdida de la conciencia, en lucha por la púrpura que les permita seguir lucrando como si no hubiera un futuro, pero también las circunstancias y la exigencia del momento se imponen.
De forma muy esquemática, nuestros datos están siendo extraídos de forma opaca y oculta, con nuestra colaboración y sin saberlo, para ser trasladados a otros países que controlan nuestra producción, nuestros movimientos, nuestros gustos, nuestro modo de vida y, mientras aquí nos obsesionamos en cubrir nuestros datos personales entre nosotros, ellos nos hurtan los datos no personales, pero de nuestra propiedad y, sin nuestra autorización ni conocimiento, se apropian de aquellos que revelan nuestra vida y nuestros gustos, sin que por nuestros dirigentes, nuestros lideres, o nosotros, hagamos nada.
Mientras, los partidos se enzarzan en falsas ecologías y truculentas ideologías que rompen el modelo constitucional para, además, quienes lo fracturan, irrogarse la facultad de conceder el carnet de demócrata, feminista, verde y progresista, cuando son ellos los que excarcelan violadores, asesinos, a los que se jactan de destruir España, destrozan Doñana para construir sus palacetes, incrementan los impuestos para lucrarse hasta de los ERES y de los parados para, ahora, poner piedras en el camino a los proyectos defendidos o impulsados por empresarios, por políticos de otro signo y que, finalmente, sirven para la protección del ciudadano.
Es Castilla y León, la que tiene que reivindicarse con proyectos, con modelos de actuación, con impulso de gestiones solventes, solidarias, ecológicas y, sobre todo, de producción social y generadora de empleo, dejarse de pamplinas de plexiglás, falsas progresías e inútiles planteamientos vacíos de contenido, por más que pintados de verde, de multicolor feminismo. Protejamos los datos, cuidemos de los ciudadanos, defendamos nuestra tierra, programemos acciones coordinadas y preventivas de los riesgos que corren nuestros montes, nuestros campos, nuestro futuro y defendamos nuestra tierra sin divisiones con el resto de España, sin cesiones vergonzantes, sin dejar de pisar nuestra tierra y hablar con nuestros vecinos, para proteger su pasado, su presente y su futuro en libertad.