Urge una nueva ley electoral

 

A la vista del resultado electoral del 23J, que ha dejado a España, políticamente, en una situación casi de bloqueo, prácticamente ingobernable, pues ni el PP ni el PSOE (aunque con este, todo es posible) pueden pretender gobernar con el enemigo permanentemente dentro del Parlamento, cada día se escucha más por la gente de la calle la urgente e imperiosa necesidad de poner fin a la endemoniada Ley D`Hondt, y acabar con la peligrosa situación de que todo el país quede en manos de grupos minoritarios, que de ningún modo representan a la gran mayoría de españoles, hasta el vergonzoso extremo de que un prófugo de la justicia española sea en estos momentos el que tenga la capacidad de decidir el gobierno actual.

Y lo más lamentable es que no están por la labor los grandes partidos políticos (que curiosamente serían los más beneficiados) y que son los que tienen que tomar la iniciativa, como tampoco los medios de comunicación sacan a debate ni hacen referencias a esta importante cuestión.

Por todo ello, es triste y descorazonador que con el sistema actual, el voto de un español no valga lo mismo en toda España, pero con la particularidad de que casualmente los votos de los secesionistas y de los seguidores de ETA, es decir, de los declarados enemigos de España, sean los que tienen mayor valor y recompensa. El dato exacto es que 1.616.988 de votos antiespañoles, resulta que tienen más influencia y poder que los 21.900.560 votos de los españoles que creen en el Estado de Derecho. O lo que es lo mismo, en la actualidad, España está en manos del 7 % del electorado, o apurando más, en manos del 1,7 % del partido de Puigdemont. Para echarse a llorar.

Triste conclusión: Tenemos una España anestesiada, pero sobre todo masoquista, que no mueve un dedo para salir de esta penosa situación, y conseguir que el resultado electoral sea verdaderamente proporcional y representativo de lo que desean la gran mayoría de españoles.

Y si los partidos no se quieren comprometer, la solución la tienen muy fácil: Promover un referéndum nacional, para modificar nuestra deficiente Ley Electoral. Y de paso, añadir la cuestión de ilegalizar los partidos políticos que mantienen en sus programas la separación de España, pues no tiene sentido que el Estado alimente a sus depredadores, cuestión elemental que en cualquier otro país civilizado (que los hay) se consideraría del todo lógica.

 

 

 

Pablo D. Vela Boullosa

Ingeniero Industrial. Experiencia profesional de 36 años en el sector gasista (GLP y Gas natural), en las áreas de Seguridad, Comercial y Marketing, en España, Perú y Argentina.

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