Una mentira cien veces dicha…

... se convierte en una verdad. Incierto, siempre será una mentira

Las personas solemos contar anécdotas de nuestra vida que a veces adornamos o falseamos un poco para que sean más divertidas, más amenas, o más agradables al oído ajeno, eso lo hace casi todo el mundo, pero hay quien vive en una realidad paralela y se cree sus propias mentiras de tal manera que para sí son verdades como puños, eso es una enfermedad y como tal debería ser tratada.

Otra cosa muy distinta es la mentira prefabricada para intereses políticos, esa cantinela machacona repetida tantas veces que al final nadie duda de su veracidad, pero que sigue siendo una burda mentira. Ejemplos de estas patrañas son el cambio climático, la violencia de género y la violencia vicaria, mentiras prefabricadas para manipular al individuo.

Desde que el mundo es mundo ha habido deshielo, volcanes en erupción, terremotos, alteraciones en el clima y catástrofes atmosféricas de todo tipo, otra cosa es como se trate el tema para aborregar a los incautos.

Otro tema repetido hasta la saciedad trata sobre la violencia; la violencia no tiene género, el asesino mata, el violador viola, y el maltratador maltrata, no hay género que valga.

¿Acaso los hombres asesinados, heridos apaleados o violados no son también víctimas? ¿Porqué nunca se les tiene en cuenta?

Todas estas formas de mentir y martillear continuamente en los noticieros y en los púlpitos de los políticos con estas insensateces lo único que consiguen es desviar la verdad hacia fines meramente políticos, pero lo peor de todo es que a esta nueva raza llamada políticos todo esto les importa un carajo, ellos sólo van a lo que van, que no es otra cosa que sacar tajada de los idiotas que les creen.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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