Un dios llamado Sánchez

Nunca los españoles pensábamos que la providencia nos iba a obsequiar con un Dios terrenal y que además lo íbamos a tener en España. Sus hechos, contrastados, están a la vista:

Elimina fulminantemente el delito de sedición porque le supone un estorbo para sus objetivos.
Hace desaparecer a los parados, al convertirlos en fijos discontinuos.
Transforma un Juez modelo de la Audiencia Nacional, Marlaska, en un Ministro sectario.
Sin pestañear, cuando le conviene, quema a su antojo a sus fieles y leales colaboradores.
Sin ningún escrúpulo, y como un amoral que es, traiciona a todos sus votantes, a los que prometió no pactar con Podemos, ni con terroristas, ni con separatistas.
Mostrando un rostro de acero inoxidable, miente un día sí y otro también, sin el mínimo rubor.
Se ve por encima de la Constitución, y reclama a todos los demás su cumplimiento, mientras él se ríe de ella.
Tiene bajo su control a todas las Instituciones del país, y dentro de poco caerán las que le faltan, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional (para colocar a su amigo Cándido Conde-Pumpidu).
Gobierna a golpe de Decreto Ley, despreciando al Parlamento, y utiliza el Falcón a diestro y siniestro, pues para eso es Dios.
Cambia Presupuestos, por presos y por indultos (en contra del Tribunal Supremo).
Se alía con Marruecos y se enemista con Argelia, provocando un encarecimiento del gas (que pagamos todos), sin dar ninguna explicación.
Con la ilegal y mal llamada Ley de Memoria Democrática, ignora a la otra parte y se olvida por completo de las barbaries de la Segunda República, que precisamente condujeron a la Guerra Civil, silenciando matanzas como la de Paracuellos, el bombardeo de Cabra, el asesinato de más de 7.000 religiosos, etc. Y amplía sus efectos hasta 1983, para blanquear a ETA. Todo, por imponer el pensamiento único de la izquierda española.
Discrimina al hombre, que para un mismo delito, siempre tendrá una pena mayor que la mujer.
Llega tarde al desfile, porque siempre Dios ha estado por encima de la monarquía.
En el mitin del 40 aniversario de la victoria del PSOE (antíguo), con todo el descaro, se apropia de la victoria, en su día, de Felipe González.

Pero también y sobre todo, es un Dios cobarde, pues al no conseguir el ansiado milagro de ganar 86 años después la Guerra Civil, solo se ha atrevido a remover los restos de Franco, cuando este ya no se puede defender.

El único consuelo que nos queda, es que como solo es un Dios español, la realidad es que no pinta nada en Europa, donde el que verdaderamente reina, el que reparte el bacalao, y el que tendrá que sacarnos del pozo, será el Dios Padre, o sea la Comunidad Europea.

Pablo D. Vela Boullosa

Ingeniero Industrial. Experiencia profesional de 36 años en el sector gasista (GLP y Gas natural), en las áreas de Seguridad, Comercial y Marketing, en España, Perú y Argentina.

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