Todo sobre los perros guía
Mis ojos caninos
Hoy voy a hablar de unos seres espectaculares y veremos todo lo que hay que saber sobre los perros guía. Se trata de unos bichos que son el complemento perfecto para cierto tipo de personas. Unos cuadrúpedos que en el momento que les conoces pasan a ser una parte fundamental de ti y una mejora en tu vida. Como imagino que no habéis caído todavía de que estoy hablando y para no liarme empiezo con el tema.
¿Qué es un perro guía?
La primera pregunta que tendríamos que hacernos es: ¿Qué es un perro guía? es un perro que ha recibido un entrenamiento intensivo para una función exacta que es la de guiar a una persona ciega.
¿Hasta dónde es capaz de guiar el perro guía?
Los perros, como las personas, tienen sus propios límites. Al perro no se le puede exigir más responsabilidad de la que puede asumir. Me explico: la función del perro es evitar todo tipo de obstáculos que se vayan encontrando en el camino y seguir las instrucciones de la persona a la guía que, a partir de ahora, le llamaremos compañero, ya que la persona y el perro hacen un equipo.
¿Qué quiero decir con esto? Que el perro lo único que hará es esquivar, encontrar espacios para pasar y buscar lo que el compañero le pida siempre que esté en su campo de acción, ya que hay que calcular que la altura del perro es mucho mas baja que la nuestra y con todos los obstáculos y personas que hay en las aceras de una ciudad, no tienen tiempo de fijarse en otras cosas. Con esto quiero decir que los obstáculos por encima de su campo de visión no los detecta.
Tipo de órdenes que se dan a un perro guía
En primer lugar, las órdenes básicas, como “sienta», “échate», “quieto”, … y las de búsqueda como por ejemplo “busca el bordillo”, “busca el paso de cebra”, “busca la puerta”, … hay que tener en cuenta que todas estas instrucciones son demasiado básicas. Si le dices que busque una puerta se irá a la primera que encuentre y esto sirve para cualquier instrucción dicha. También están las instrucciones de dirección “izquierda”, “derecha”, “adelante”… En algunas escuelas se les enseña otro tipo de instrucciones como, por ejemplo, “ sigue la pared”, “sigue la persona”…
El perro guía supone, por la seguridad y autonomía que proporciona, una ayuda inestimable en el desplazamiento de las personas con ceguera que optan por él como auxiliar de movilidad.
Dicho esto os dejo un texto y un decálogo de comportamiento ciudadano.
Decálogo del comportamiento ciudadano ante la presencia de un perro-guía
- No me des de comer ni me llames cuando estoy trabajando. Los silbidos me distraen.
- Si quieres saludarme pregunta primero a la persona.
- No dejes tu perro suelto cerca de mi. Intenta controlarle.
- Para dar una indicación a mi dueño, no tires de la correa ni me agarres del arnés.
- Recuerda que soy los ojos de una persona. No impidas mi paso a los establecimientos ni transportes. La ley me ampara.
- No me tengas miedo. Ni soy agresivo ni transmito enfermedades.
- Si cuando vas conduciendo ves que intento cruzar, ten precaución y para a una distancia suficiente para no asustarme.
- Facilítame una ubicación cómoda en los transportes públicos.
- Somos perros limpios. El pipí y las cacas siempre lejos de las aceras en los lugares adecuados.
- Si estoy trabajando, vendiendo el cupón… ¡Cómprame uno… o dos!
Tengo que decir que la mayoría de los puntos del decálogo, alrededor del 70%, se siguen, el resto nada.
La siguiente pregunta que nos tenemos que hacer es:
¿Vale cualquier perro para ser perro guía?
No, rotundamente no. Para que un perro valga tiene que tener una serie de actitudes y aptitudes, que no todas las razas tienen. Ahora mismo, en la escuela de Madrid, se utilizan las siguientes tres razas con sus propias características:
Labrador
Los podrás ver de varias capas: desde el dorado claro, casi blanco, hasta el negro, pasando por la capa chocolate. De pelo siempre denso y fuerte Es la raza más utilizada como perro-guía debido a su sociabilidad, adaptabilidad a todos los entornos y situaciones, siendo fácilmente controlable por el usuario que tendrá que poner un especial cuidado con su glotonería.
Golden retriever
Siempre de color dorado, de pelo largo y sedoso, son animales sensibles, con gran iniciativa e inteligencia. Su gran determinación puede tocar incluso con cierta cabezonería que requerirá un manejo adecuado.
Pastor alemán
Poco se puede decir de esta raza por ser suficientemente conocida. Son perros inteligentes, dinámicos, rápidos en sus decisiones y bastante resolutivos. Siendo un perro temperamental pide a la persona que lo maneja un buen conocimiento y una especial empatía con el animal.
Siguiente pregunta:
¿Desde cuándo se empieza a entrenar a un perro?
A partir de los 2 meses después de nacer. A todos los cachorros se les manda a una familia que previamente haya hecho la petición. Os dejo el texto de tutela que tiene la Fundación del perro guía en su web:
Tutela de cachorros de perros
La Fundación también ofrece a las personas interesadas, dentro de la Comunidad de Madrid o provincias limítrofes con ésta, la posibilidad de la tutela de un cachorro. Esta tutela consiste en la ubicación en una familia del cachorro de perro guía, desde los dos meses de edad hasta cumplir el año aproximadamente, en el que es devuelto a la Fundación para comenzar su entrenamiento.
A través de este sistema las familias pueden colaborar desinteresadamente en la socialización y educación de los futuros perros guía. Para tal fin, reciben el asesoramiento y formación necesarios, corriendo, también, por cuenta de la Fundación los gastos relativos a la alimentación, cuidados clínicos y residencia del cachorro.
Para más información sobre este programa o solicitar la tutela de un cachorro puede dirigirse a la propia Fundación ONCE del Perro-Guía:
Fundación ONCE del Perro-Guía
Camino de Alcorcón, s/n
E-28660 Boadilla del Monte – MADRID, España
Tel: +34 91 632 46 30
Fax:+34 91 632 46 38
Correo electrónico: fopg@once.es
Página Web: Fundación ONCE del Perro-Guía
Ahora os dejo un vídeo de la directora de Servicios Sociales de la ONCE donde explica lo anteriormente citado:
Aquí tengo que decir que durante el año que pasan con la familia, el perro ya empieza a recibir un entrenamiento básico y se le empieza a acostumbrar a ir y entrar en todo tipo de locales, comercios y zonas recreativas. Después de este tiempo se les hace varios exámenes psicomotrices para ver si el perro consta de las cualidades adecuadas para guiar.
Siguiente pregunta: después de esta fase:
¿Cómo se entrena a un perro guía?
El perro vuelve a la escuela y empieza su entrenamiento intensivo y específico sobre las funciones que realizará de aquí en adelante.
El trabajo de un perro-guía es una de las labores más complicadas que se le puede pedir a un animal. Pensemos que, de manera natural, los perros tienen una serie de instintos como el de caza, guarda y protección. Un buen perro-guía tiene que tener estos instintos minimizados para realizar bien su labor y esto se consigue trabajando todas las etapas de su vida, incluso antes de su nacimiento, a través de la selección de sus progenitores.
La instrucción es el proceso que va desde que el perro entra en la escuela, de vuelta de su familia educadora hasta que, finalmente, es adjudicado a una persona con ceguera que lo haya solicitado previamente. Este periodo dura entre seis y diez meses. Se inicia reforzando la obediencia básica (sienta, échate…) que el perro ya ha aprendido durante su etapa de cachorro.
A continuación se le “introduce al arnés” y, a partir de ese momento el animal tiene que asumir que, cuando esté con el arnés puesto, una persona irá a su lado y cuando pase por un lugar estrecho, una puerta o cerca de una farola, tendrá que dejar el espacio suficiente para ambos. Es un trabajo en el que no solo es necesaria paciencia y cariño, mucho más importantes son los conocimientos de técnicas de enseñanza y manejo del instructor.
Una vez que el perro ha sido introducido al arnés y se encuentra totalmente adaptado a éste y a la persona responsable, se inicia todo el proceso.
El perro tendrá que aprender a cruzar las calles en línea recta, evitar obstáculos, marcar puertas, escaleras o bordillos, añadiendo dificultad a su trabajo según progresa en los logros conseguidos. Siempre reforzando la labor bien hecha con premios que pueden consistir desde una caricia en el cuello, una palabra de halago e incluso una bolita de pienso.
El castigo también se utiliza a veces pero no se usa la violencia física. Un simple tirón de correa acompañado de un enérgico ¡NO! es suficiente para que el perro sepa que hay alguna cosa que ha hecho mal. Luego se repite el ejercicio premiándole cuando el objetivo se haya conseguido.
Una vez completado el aprendizaje, cuando el instructor determina que su perro está listo y basándose en las características de éste, buscará al solicitante más adecuado. A partir de los criterios de prioridad entre los solicitantes establecidos en la normativa interna, se analizan y tienen en cuenta, factores como la velocidad de paso, el peso, la altura y la iniciativa, entre otras muchas características, tanto del perro como de la persona y su entorno, para lograr una compenetración perfecta en el futuro equipo de compañeros.
Y ahora os dejo un vídeo donde se ve y explica lo dicho:
A partir de este momento el equipo empieza a desenvolverse por propia cuenta. Los primeros meses, aunque suelen ser complicados, también son gratificantes ya que se va notando la compenetración día a día.
A partir de ahora os hago un pequeño relato de mi experiencia personal
Nadie se puede imaginar lo que significa un perro hasta que lo tiene. No sólo es la forma en que te guía, te ayuda y te complementa en tu movilidad. Ya que según va pasando el tiempo se notan muchas más cosas: la compañía y el cariño que te da, a pesar de no pedir nada a cambio.
Durante años pasan las 24 horas del día junto a él: vais a trabajar, de compras, de vacaciones… siempre juntos, el uno al otro. Llega un momento que en la propia forma de guiar se van sucediendo cambios en las órdenes y él en la forma de recibirlas. La compenetración es tal que muchas veces no hace falta ni hablar. Sólo con un ligero movimiento él te entiende.
Para finalizar, el tiempo de guiar de un perro es completamente variable según su carácter y no tiene nada que ver la edad. Hay perros que sólo han guiado cinco años y otros que han llegado a guiar hasta doce.
También me gustaría decir, y esto es una crítica a las personas que tienen perro guía, que por muchas leyes que haya y por muchas normativas que existan, lo primero que hay que tener en cuenta es el respeto a las demás personas. Me explico: obviamente un perro guía puede entrar en cualquier establecimiento como, por ejemplo, un restaurante. Aquí dos cosas: tengamos en cuenta que en dicho establecimiento las mesas están muy cerca unas de otras, por lo tanto la gente igual.
Por mucho que podamos meter al perro y la ley nos ampare no podemos obligar a la gente a tener un perro cerca. ¿Por qué? Puede haber una persona alérgica los perros, que le tenga miedo al perro o sencillamente no les apetezca y contra eso, a menos que os pongamos bordes y no respetemos a la gente, poco se puede hacer.
La segunda cuestión es que hay que tener en cuenta que un perro tiene muchísimo pelo, por lo tanto, también hay que tenerlo en cuenta y si está mojado más aún, por ejemplo, si está lloviendo no entremos con el perro a un restaurante ya que el perro no sabe donde entra y lo primero que hará será sacudirse con las consecuencias que todos sabemos.
Para que te respeten, primero tienes que respetar.
Por último, y sin que tenga nada que ver con lo anterior, quiero agradecer a mi gran amiga Ruth por la ayuda de búsqueda de vídeos y fotos que obviamente yo no podía hacer.