Suecia despierta, tarde, pero despierta
En Suecia se han celebrado elecciones generales recientemente y el bloque de derechas ha ganado, lo que constituye un elemento más de esperanza para este degradado mundo por los rojos y subespecies. En Suecia llevan sufriendo una invasión migratoria sin control desde hace años que ha llevado a una situación de inseguridad brutal en las ciudades con asesinatos y violaciones a mujeres y que les ha llevado a los pacíficos Suecos a decir no a los rojos y dar la bienvenida a la derecha, que busca básicamente poner orden en el desorden creado por la horda roja, que allí los llaman socialdemócratas.
El recuento final de los votos, tres días después de las elecciones legislativas del domingo 11 de septiembre, confirmó el histórico puntaje de la derecha de pura cepa, lo que sería VOX en España, ahora la segunda fuerza política del país detrás de los rojos, allí llamados socialdemócratas, que llevaban ocho años en el poder. El jefe de “VOX Suecia”, los Demócratas de Suecia (SD), Jimmie Akesson, no esperó a los resultados finales para proclamar la victoria de su partido en la noche electoral, recordando los avances logrados. Cuando la formación nacionalista, creada en 1988, ingresó al Parlamento en 2010, había obtenido solo el 5,7% de los votos. Doce años después, ha obtenido el 20,6% de los votos. La hasta ahora presidenta Magdalena Andersen ha renunciado, reconociendo su derrota.
Con eso, Suecia se suma a los países que presencian la tendencia que habíamos visto en Francia, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Austria, Estonia, Hungría y otros, donde el partido de derecha real se ha convertido n la corriente principal. Es probable que Italia cambie en esta dirección, si las elecciones que se celebrarán a finales de este mes permiten que Giorgia Meloni se convierta en primera ministra.
Esto significa que la población europea se empieza a despertar de un letargo que les ha tenido adormecidos, como si de una droga se tratara. Es la droga de los rojos, que trata de aborregar a la población, desvirtuándola de sus esencias éticas, morales y culturales, tratando de crear una multiculturalidad perniciosa, con el solo propósito de mantenerse en el poder valiéndose de ese voto importado al que protege y da beneficios que no se merecen y que salen de los impuestos de los abnegados borregos que les votan.
Todo tiene sus límites. La violencia de los extranjeros que se envalentonan ante la permisividad política de los rojos y de los centristas que lo avalan, ha producido un giro que debe continuar. Es importante que el giro se implante en Bruselas y reviertan la doctrina roja imperante en forma de religión climática, globalismo, falso buenismo multicultural, etc. El aumento del índice de criminalidad en Suecia, que actualmente encabeza la lista de países con la mayor tasa de homicidios por armas de fuego de Europa es uno de los elementos del despertar.
Debido a la postura de los liberales blandengues de la coalición de derecha, es posible que no dejen entrar en el gobierno al segundo partido más votado por considerarlo de extrema derecha y amenazando con apoyar a los rojos y romper así la coalición de derechas. Ante eso, es posible que Jimmie Akesson, como mal menor acepte quedarse al margen del gobierno de coalición e influir desde fuera. Eso, le daría alas para las siguientes elecciones, ya que la gente verá mal, que el segundo partido más votado quede fuera del gobierno por culpa de un partido minúsculo, tipo Ciudadanos que se rasga las vestiduras ante “VOX Suecia”, pese a que sea antidemocrático, ya que es lo que ha elegido la mayoría de la población.
En España, los mierdos de comunicación al servicio y pagados por los rojos, el silencio de esta cuestión ha sido abrumador, dedicados a un entierro de una anciana de un país invasor en nuestro territorio. Desde luego que sería mejor que la mayoría la tuviese VOX y fuese el PP su bastón. Con que cada votante de VOX logre un solo voto de algún contacto suyo, tenemos la mayoría para gobernar.