Somos como borregos

Sé que los discursos de Sánchez son siempre triunfalistas y muy asertivos. Muchos socialistas se los creen y por eso le votaron. A algunos, hasta les gusta que les engañe (solo pasa en España). Claro, Sánchez es un maestro en estas lides, lleva muchos años practicando. Para ser buen político hay que estudiar en profundidad dicción y dramatización, al mismo tiempo que miradas y poses. Esto es mucho más importante que saber leyes; a fin de cuentas, las leyes las pueden anular si no se las saben. Para muchos votantes s más importante que su gobernante «parezca» buen Presidente a que «sea» buen Presidente.

Vean un clarísimo ejemplo de esto que estoy diciendo: Las cámaras de la prisión donde residían siete condenados por el «Procés» recogen una discusión que se plantea entre los individuos en el momento de salir de la cárcel para decidir cuál debía ser la cara que pondrían para las cámaras: triunfalista o apesadumbrada.

Nos engañan. Siempre nos engañan. Entre ellos lo saben. Les parece normal y congruente, vamos, «políticamente correcto». Nos consideran borregos y se consideran a sí mismos los pastores del rebaño. Lo único que necesitan para mantenerse en el poder es que creamos que todo lo hacen por nuestro bien. Pero el que se sienta a la sombra más grande es él y el que lleva siempre el agua fresca es él.

La faceta de dramaturgos de los políticos la tengo asumida, pero nunca pensé que nadie pudiera llegar a ser tan abyecto que despreciase la vida de su gente poniéndola en peligro para obtener un beneficio político y personal.

Para tapar la vergüenza de los indultos, Sánchez programó, dos días después, una serie de noticias de carácter positivo. Estrategia muy primaria y evidente, más propia de un pillín, liante y charlatán de instituto que de un presidente de España. En primer lugar, anuncia que bajará el IVA de la electricidad para compensar la noticia desagradable de la semana anterior. Pero no dice que es solo para los que contratan menos de 10 kw, es decir, que la pelu, el horno, el bar, el carpintero, etc., no tienen rebaja del IVA.

En segundo lugar, anuncia que va a permitir que los españoles vayan sin mascarilla en espacios públicos. Esto es una grata noticia. Siempre y cuando estuviese avalada por los expertos médicos. Pero resulta que la mayoría de médicos desaconsejan esta medida. Además, ocurre como con el 8M, acaba de comprobarse que desde Mallorca se está extendiendo por muchas comunidad es debido, precisamente, al relajamiento de la normativa, y con esta evidencia, Sánchez no da marcha atrás.

En resumen: Sánchez, prefiere poner en peligro la salud de millones de españoles, a que se hable de su bochornosa negociación sobre la independencia.

Ese desprecio por su gente, por la gente a la que ha jurado como gobernante proteger y defender, solo lo he visto en gobernantes como Stalin, Mao, Fidel, Hitler, Pol Pot o Kim Jong-un

La SOBERBIA es uno de los grandes males de los gobernantes, y el nuestro parece que no tiene nunca suficiente.

José Enrique Catalá

Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valencia. Especialista en Hª Medieval. Profesor. Autor del libro: Glosario Universitario.

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