Solidaridad y comunicación
La falta de solidaridad y la incapacidad para comunicarse adecuadamente, son dos grandes problemas que afectan a los políticos actuales.
En los últimos días, los primeros del año 2019, son muchos los aspectos tanto a nivel nacional como internacional dignos de ser tratados y comentados en estas páginas. Temas como el cambio de poder en la comunidad andaluza; los Presupuestos del Estado y de cómo afectan a todos los españoles; la conflictividad que se vive en las políticas económicas entre los Estados Unidos y China con la consiguiente afectación de los mercados a nivel mundial; la reascención al poder de Nicolás Maduro ilegítimamente en Venezuela para consagrar su dictadura, lo cual afecta a Latinoamérica y sus relaciones con el resto del mundo,y una gran cantidad de situaciones adicionales que de momento no mencionaré.
En fin, hay un universo de opciones que pueden ser elegidas para esbozar comentarios y puntos de vista. No obstante, hay dos temas que voy a comentar por su actualidad y universalidad:
Pedro Sánchez siempre se ha mostrado insolidario con el pueblo venezolano, no así con el dictador Maduro.
No obstante, nuestro presidente español, señor Pedro Sánchez se abstiene de mostrarse SOLIDARIO con el pueblo venezolano. Ha sido incapaz siquiera de mencionar las palabras «preso político».
En ningún momento ha condenado la dictadura de Nicolás Maduro, jamás ha comentado algo relacionado con la diáspora de venezolanos que se han diseminado por todo el planeta huyendo de la Inseguridad, del abuso de poder del gobierno, de la carencia total de asistencia sanitaria y medicinas y lo peor de todo del HAMBRE. Aunque los podemitas digan que los venezolanos comen tres veces al día, la realidad es otra….la gente huye a donde y como sea porque lo que ocurre en Venezuela es un genocidio, y a quien proteste lo meten en la cárcel o simplemente lo «desaparecen» de la vida, previa tortura y deshonra
NUNCA hemos visto SOLIDARIDAD en Sánchez, ni en los precursores de la izquierda rancia española, quienes lejos de demostrar rasgos de humanidad lucen de apoyar, asociarse y hasta de recibir contratos de trabajo en asesorías contratadas por el gobierno de Venezuela, y eso sin comentar que presuntamente han recibido contribuciones para la creación de partidos en España.
Algunos de ellos defienden a capa y espada esa dictadura, como es el caso de José Luis Rodríguez Zapatero, y son consecuentes con su inexistente ideología, que no es otra que la de mantenerse en el poder a costa de las vidas de un pueblo inocente de la barbarie. Los que menos, se conforman con abstenerse de hacer comentario alguno, como es el caso de Sánchez.
Es inmoral y cuando menos absurda esta forma de hacer política. Aquí es donde entro en el segundo punto de mi encabezado, en cuanto a lo que se transmite al pueblo español con esta forma de proceder, porque aún en silencio y en abstención hay COMUNICACIÓN. Por ello, comentaré la forma y estilo de muchos políticos españoles de un lado y de otro de la asimetría de comunicar, estar a favor o en contra o de abstenerse de hacer comentarios, además de las maneras y conductas que anteceden sus verbos y retóricas. Como un ciudadano común, a veces me siento avergonzado.
Me avergüenzan palabrotas que se expresan por ejemplo en los foros más importantes de España, como el Congreso de los Diputados, donde macarras y ¨rufianes¨exponen su educación, su cultura, su clase y sobre todo el respeto que se le tiene a sus conciudadanos. Se nota incluso en los medios de comunicación y con ello no voy contra la libertad de expresión, nunca… pero hay palabras innecesarias, palabrotas que ensucian la boca, y que van ensuciando el cuerpo y el alma.
Quienes se expresan como patanes, rufianes y bellacos, terminan pensando y actuando como patanes, rufianes y bellacos. Es imposible disociar el pensamiento, las palabras y las acciones. Es por ello que abstenerse de comentar situaciones como la de Venezuela es imperdonable, infame y vergonzoso, como igual de vergonzoso es evitar mencionar a tu adversario político porque te da asquito, porque no tienes un par de testículos bien puestos para hablar claro frente a la gente que puede esperar de ti por lo menos sinceridad.
Hay que mojarse con ese par que mencioné, hablar claro, decir lo que se piensa y lo que se siente; esa es la clase de políticos que quieren los españoles de hoy, no los hipócritas que solamente procuran sus propios intereses. LOS POLÍTICOS ACTUALES DEBEN APRENDER A COMUNICARSE Y A SER SOLIDARIOS.