Socialismo español: divide y vencerás… y los paniaguados
El socialismo español se quedó sin argumentos hace tiempo y para permanecer en el poder utiliza un elemento fundamental, la ignorancia y la incultura de la población. Lo aderezan con pagos a esa población ignorante, en un sistema de compra de votos muy desarrollado en Hispanoamérica y que son los paniaguados.
Como no hay argumentos, en su búsqueda por dividir a la población, no tienen empacho en levantar cadáveres de fosas de guerras de lustros pasados, o inventar nuevos géneros o tipos de familia, cuando todos sabemos que solo hay un tipo familia y dos géneros. También inventan barbaridades como el “derecho” a matar a los bebés en estado de gestación y dar más “derechos” a los animales que a las personas. También a impedir que los escolares utilicen en los colegios su lengua materna cuando es el Español. También a romper el principio de igualdad de todas a las personas ante la ley, dando más valor a las mujeres que a los hombres, con leyes de desigualdad antidemocráticas. También priman a los inmigrantes ilegales que no aportan nada más que delincuencia y a los que tratan mejor que a los nacionales que han aportado a las arcas públicas. Tapan los delitos de los inmigrantes que es sabido son los que más delinquen y cometen los delitos más atroces, como violaciones y asesinatos.
Ante esta situación, que no es exclusiva de España, se van levantando los adormecidos, poco a poco. Así en Suecia recientemente el partido Demócratas de Suecia, fue el segundo más votado y quien claramente ha logrado esa posición por su discurso ante la violencia permitida por los rojos suecos (los socialdemócratas). En Hungría y Polonia los gobiernos son claramente opuestos a la permisividad de los burócratas de Bruselas hacia la inmigración ilegal y en favor de los valores tradicionales cristianos. En Italia, ganó Giorgia Meloni cuyo partido aboga por la ley y el orden y en contra de los globalismos de la Unión Europea. En España tenemos la oportunidad de seguir el camino de estos países y hacer que España deje de apoyar esta deriva que nos lleva a nuestra destrucción como cultura y nuestros valores. La única alternativa es VOX, ya que el PP ha declarado claramente que son globalistas, europeístas, respetan las autonomías por encima del discurso nacional de unidad que es el único que nos puede sacar de la crisis de valores y económica. Lo importante es España, las autonomías son un invento reciente para contentar a los separatistas vascos y catalanes y que van convirtiéndose en un monstruo que fagocita los recursos de la sociedad privada, personas y empresas. Gente como los presidentes de Cantabria, La Rioja, Navarra, Baleares, Murcia, etc. son personajes que están encantados con un sistema que no aporta nada más que gasto público improductivo, ruptura de la unidad de mercado, ineficiencia en la sanidad, la educación, la policía, etc. Nadie más que VOX pone el acento en que hay que rediseñar el Estado, pasando por los mecanismos legales establecidos al efecto. Autonomías es, divide y vencerás.
Pagar televisiones autonómicas por todos lados, con un coste desorbitado y que se dedican a hacer apología del ineficiente sistema que tenemos es otro de los elementos a eliminar. Hay millones de euros que se dilapidan en gasto improductivo y que sale de nuestros impuestos, el IVA del 21% es una barbaridad, como el impuesto especial a las gasolinas y diésel que hacen que paguemos estos combustibles al doble que los norteamericanos, los impuestos a los dividendos en un claro ejemplo de doble imposición y los impuestos que gravan la tenencia de inmuebles son barbaridades que se han ido asumiendo en el tiempo, para alimentar a una clase política y de funcionarios improductivos que no paran de crecer. Eso con el tiempo es ruina, porque no hay tanto sector privado para pagar a los parásitos del sector público improductivo.
Nadie se queja, por una suerte de desconocimiento de como funciona el sistema y la falta de movilización social de quien debería hacerlo.
Los rojos, siempre dirán que no queremos sanidad pública o pensiones y claro es una falacia. Lo que no queremos son políticos multiplicados por 17, parlamentos por 17, mala gestión pública y millones de paniaguados. Tengo fe en que la ola que va creciendo en Europa, nos lleve de nuevo al buen camino.