Sobre la extracción del oro de todos los españoles, 1936

La extracción del oro fue realizada por algunos políticos del Frente Popular y se produjo tan solo dos meses después de iniciarse la contienda. El Presidente de la República, Manuel Azaña (recientemente homenajeado en Catalunya) mediante un Decreto Reservado, que nunca fue comunicado a las Cortes españolas, autorizó al ministro de Hacienda, Juan Negrín, a extraer del Banco de España todo el oro, la plata y los billetes allí acumulados y transportarlo al «lugar que estime de más seguridad». Curiosamente no pensaron en Francia, Inglaterra, Holanda, estados Unidos o cualquier país democrático de la época; el beneficiario fue casualmente el país gobernado por el peor dictador del momento, Stalin, que ya había dado muestras de crueldad al asesinar a más de cinco millones de ucranianos unos años antes.

Negrín y Azaña fueron los responsables directos del robo por parte de Rusia de las reservas de oro de todos los españoles (acumulado por gentes de izquierdas, por gentes de derechas y por gentes ni de izquierdas ni de derechas). El dinero no era suyo, señores izquierdistas.

Manuel Azaña y Juan Negrín

Esto es tan cierto que al morir Negrín en 1956 en París mandó unos documentos a Franco para que intentase recuperar mediante la justicia internacional el oro apropiado por Stalin.

La extracción fue realizada contra todo derecho, como lo demuestra el hecho de que el Banco de España calificase como «inmoralidad» estos envíos al extranjero.

El Consejero de Administración del banco de España dirigió al Presidente del Consejo del Banco de Pagos Internacionales de Basilea una carta protestando de estos manejos por ser dicho banco el que tenía todos los poderes reguladores sobre la banca internacional.

El Banco de España era una institución que gozaba de los privilegios del Estado para la emisión de billetes, pero eso no implicaba en manera alguna que el Gobierno pudiera disponer de los archivos en oro del Banco y por lo tanto no tenía poder sobre ellos mas que en los límites marcados por las Leyes aprobadas por las Cortes y la Constitución.

Este expolio anticonstitucional, fuera de toda legalidad y además, oculto, no afectó únicamente a los españoles sino también a extranjeros que tenían depósitos en el Banco de España.

Franco nunca consiguió recuperar nada de lo que sacaron de España los socialistas, ni en México ni en Rusia. Los socialistas y comunistas nunca han querido reconocer el robo que permitieron y que fue conocido internacionalmente. No estaría nada mal que los herederos ideológicos de aquellos individuos pidieran perdón por este empobrecimiento de los españoles.

Está bien excavar fosas para recuperar los cuerpos de los muertos en la contienda, pero no estaría nada mal, Sr. Sánchez, que dedicase el mismo interés en intentar recuperar lo que sus antecesores ideológicos perdieron tontamente y que era de TODOS los españoles; A fin de cuentas, hace los mismos años que sucedieron ambos hechos.

José Enrique Catalá

Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valencia. Especialista en Hª Medieval. Profesor. Autor del libro: Glosario Universitario.

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2 comentarios

  1. Y lo del Tesoro del Vita, que robo Negrín y del que se apoderó Indalecio Pieto en Mejico donde lo dejamos? LADRONES, LADRONES Y MAS LADRONES. Y ENCIMA LE LEVANTAN ESTATJUAS, MANDA HUEVOS.

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