Si Sánchez supiera Historia…
El independentismo visto desde el punto de vista de los que «ya» lo sufrieron.
A finales de julio de 1938, el ejército republicano cruzó el Ebro victoriosamente, pero el Presidente de la República, el Dr. Juan Negrín (PSOE) (este sí fue doctor de verdad), hizo estas declaraciones:
«No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. De ninguna manera. Estoy haciendo la guerra por España y para España. Por su grandeza y para su grandeza. Se equivocan gravemente los que otra cosa supongan. No hay más que una nación: ¡España! No se puede consentir esta sorda y persistente campaña separatista, y tiene que ser cortada de raíz.»
«El que se oponga a la política de unidad nacional debe ser cesado de su puesto fulminantemente. Antes de consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones, que de ningún modo admito, cedería el paso a Franco sin otra condición de la que se desprendiese de alemanes e italianos. En punto a la integridad de España soy irreductible y la defenderé de los de afuera y de los de adentro. Mi posición es absoluta y no consiente disminución».
Azaña (Izquierda Republicana) estuvo obsesionado con conseguir la presidencia del Consejo de Ministros y también de la República (el máximo poder), y por ello fundó en enero de 1936 el Frente Popular, aglutinando votos completamente dispares: unos defendían la unidad de España, y otros, la independencia respecto a España.
Pero una vez conseguido su propósito al «ganar» las elecciones de febrero de 1936, se dio cuenta de que esa coalición, hermanada por el odio a la derecha, empezaba a devorarse internamente por las aspiraciones independentistas de vascos y catalanes, por las aspiraciones sovietizantes de fuerzas izquierdistas lideradas por Largo (PSOE), y por las aspiraciones anarco-sindicalistas del comunismo libertario.
Ya metidos en la guerra civil, Azaña (Frente Popular) se expresaba de este modo:
«Yo nunca he sido patriotero. Pero ante estas cosas me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco. Y mientras, venga poderes, dinero y más dinero».
Reflexión personal:
A mí me dijeron en la Universidad que debíamos estudiar Historia para que esta no se repitiera.
Por lo visto, el doctor Sánchez necesita que le den algún «repasito» en historia de la Segunda República.
Los historiadores ya sabemos cómo va a acabar todo esto.
Está escrito, señor Sánchez. Ya está escrito.