Se debe actuar urgentemente en Cataluña
Hay quien todavía piensa que sin un mover un dedo la situación de Cataluña mejorará, pero creer eso, es negar lo evidente, porque el contexto político, social y económico de esta región española es muy grave y necesita de una intervención estatal, antes de que tengamos que lamentar muertes. Pero también es muy importante que exista un apoyo contundente del gobierno de la nación a los constitucionalistas y me refiero en diversas cuestiones, algo que no se ha producido y ya está tardando en ocurrir.
No puede ser que los patriotas españoles que plantan cara día y noche al separatismo en las calles y en las instituciones sean olvidados, hay que destinar esfuerzos y recursos, y dar sentido a la patria para terminar con el separatismo. Solo una respuesta así, que vaya acompañada de un respaldo incondicional, que de visibilidad a una sociedad catalana plural, podrá frenar la barbarie en Cataluña.
En un comunicado, el gobierno habla de violencia generalizada en Cataluña
La pregunta que nos debemos hacer: ¿qué debe pasar en Cataluña para que exista una actuación realmente proporcionada frente al régimen separatista que han impuesto los secesionistas? Una dictadura secesionista que, no olvidemos, ha ido cogiendo forma de manera gradual con los pasos de los años.
Mientras los separatistas ganaban las elecciones, pero no en votos, ni siquiera con la ley electoral a su favor, lograron en las últimas elecciones autonómicas que el partido más votado fuera indepe, ya que esa posición la ocupó Ciudadanos, pese al boicot que este ha sufrido durante toda la legislatura, en la que por cierto, y no es casualidad, el parlamento regional ha estado mucho tiempo cerrado y el presidente de la Generalidad de Cataluña, Quim Torra, no ha gobernado para todos, sino para una minoría de catalanes resentidos, hispanófobos y supremacistas, que no están a gusto en la nación más antigua del continente europeo, algo que tampoco es nuevo como saben, porque en España lo de enfrentarnos entre nosotros va en el ADN, por desgracia.