Responsabilidad y prudencia

Tras 55 días de encarcelamiento forzoso ordenado por el gobierno, se realiza un tímido permiso de desencarcelamiento en el que, como premisa, se pide “responsabilidad y prudencia” a los ciudadanos, unos ciudadanos que pacífica, prudente y responsablemente se han sometido a ese encierro.

Se ordenó el encierro de los ciudadanos por causas sanitarias, mientras el responsable de la gestión no hacía nada en el ámbito sanitario para dar solución al problema, pues las empresas y ciudadanos se empeñaron en fabricar mascarillas, respiradores, batas, etc. mientras el gobierno iba de un lado a otro sin saber qué hacer o comprando de forma opaca, sin garantías y sin cumplir los requisitos legales, a empresas extranjeras.

Se nos encerraba y no se estaban realizando estudios de los diversos escenarios que permitiesen prever las actuaciones, no se elaboraban planes de acción, no se buscaban los test, el material preciso para los sanitarios que se veían abocados a realizar su trabajo en condiciones infra humanas.

Se ofrecían empresas, trabajadores, profesionales y se hacía el hospital de Ifema, se ponían a disposición del Instituto Carlos III empresas para construir y fabricar respiradores, mientras se compraban fuera, se ofrecían empresas que entregaban test, material y productos sanitarios a los que no se contestaba, llegando al colmo de la estupidez de entregar respiradores a otros países cuando lo necesitaban nuestros ciudadanos para, finalmente, ponernos en manos de presuntos expertos desconocidos que no podemos evaluar y de los que se niegan hasta sus capacidades.

Errores, defectos, problemas, seguro que le surge a cualquiera que se encargue de gestionar una epidemia de estas características; pero, la opacidad, la embravecida vanidad, el orgullo y la negación de la realidad, nos lleva a un gobierno que es capaz de, tras 50 días, presentarse en el congreso y decir, “como no he hecho nada, o me aprueban otra vez el estado de alarma o como no hay plan B, será el caos”, demostrando que son unos vagos, irresponsables.

Poco después, el irresponsable pide a los ciudadanos responsabilidad, esto es el mundo al revés, sin entender que la responsabilidad surge de la obligación de resarcir las consecuencias lesivas derivadas de una actuación propia o ajena, de modo que el responsable es aquel que está dispuesto a asumir dicha obligación de reparar el daño causado. Curioso que al ciudadano se le impongan sanciones que se ve obligado a asumir por su actuación y el gobierno se niegue a aceptar, asumir y responder de los errores, de las acciones y de las omisiones que ha tenido en este proceso en el que nos ha encarcelado. Es como aquel padre que llega borracho a su casa, riñe a su mujer cada vez que esta le dice que no son formas de regresar a la vivienda, la manda callar, y cuando un hijo le pide salir le monta una bronca porque seguro que sales a emborracharte, para cuando el hijo le dice que quiere ir al cine decirle que debe de ser responsable, mientras él se da contra la pared consecuencia de la cogorza que lleva.

España necesita líderes de verdad, que sepan hacer las cosas, aceptar la opinión del adverso, hablar con claridad y transparencia, sin miedo a lo que pueda pasar por ser personas que no temen la responsabilidad, que entiendan que la planificación sanitaria requiere de técnicos sanitarios, y la adopción de medidas económicas de apoyo a la empresa, de profesionales que conozcan la economía y la empresa, que no eche a las empresas a los tiburones financieros, sino que permita su gestión sin cargas impositivas o gravámenes que le impidan su reactivación, así como un apoyo a los trabajadores que se verán afectados por el paro.

Si no hacemos esas planificaciones, ese trabajo de colaboración, estudio y gestión adecuada desde la unidad de las fuerzas y sectores productivos, esto será el final no del Estado del Bienestar, sino del Estado.

Enrique de Santiago Herrero

Abogado. Máster en Ciencia Política. Diploma de estudios avanzados en Derecho Civil Patrimonial. Derecho penal de la empresa. Colaborador y articulista en diversos medios de comunicación escrita, radio y televisión.

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