Ramón Farré Palau, héroe en el Lago Ilmen. Divisón Azul, 1942
Una de las páginas más gloriosas de la División Azul en Rusia fue la heroica gesta del Lago Ilmen en enero de 1942. Uno de los soldados que más se distinguió en ella, siendo uno de los pocos supervivientes de aquella batalla fue Ramón Farré Palau , nacido en Barcelona en 1920.
El historiador militar norteamericano David Glantz ha definido al frente ruso en la II Guerra Mundial como “un mosaico de batallas titánicas de dimensiones sin precedentes”. En enero de 1942 los rusos lanzaron 2 grandes ofensivas para romper el cerco alemán de Leningrado (San Petersburgo). Una fue al Norte del Lago Ilmen. Las tropas rusas cruzaron el río Voljov y siguió una gran batalla durante 6 meses en la que los alemanes frenaron primero, embolsaron y finalmente aniquilaron a las tropas rusas. Es lo que se conoce como Batalla de la Bolsa del Voljov. La División Azul tuvo un papel destacado en esta batalla.
Pero los rusos lanzaron también otra gran ofensiva al sur del mismo lago con más exito, logrando embolsar a 100.000 soldados alemanes que tras varios meses lograron romper ese cerco en lo que se conoce como Batalla de la Bolsa de Demyansk. Al principio de la misma, numerosas unidades alemanas quedaron cercadas y aisladas. Una de ellas fue un batallón de 543 soldados alemanes cercados en una localidad llamada Wsvad
Para romper el cerco y rescatarla, el desbordado mando alemán pidió ayuda a la División Azul. El mando de la unidad española ofreció para la misión a la Compañía de Esquiadores de la División Azul, formada por 206 hombres. Era prácticamente una “misión suicida”como la definió el historiador norteamericano Stanley G Payne. Los campesinos rusos de la zona decían que era imposible atravesar el Lago Ilmen en esa época del año. Había una terrible temperatura polar de 55 grados bajo cero.
La unidad española partió el 10 de enero ,debiendo atravesar el helado Ilmen, mandada por 2 magníficos oficiales, el Capitán Ordás y el Teniente Otero de Arce. Uno de sus miembros era Ramón Farré Palau,perteneciente a la 1 Sección del Teniente Vicente Castañer Enseñat
En esas 24 horas murieron congelados 102 españoles, la mitad de la expedición.
La travesía de 30 kms sobre el lago, por un terreno pelado a esa letal temperatura fue dantesca con penalidades que sería largo detallar.
Se respiraba con dificultad, en medio de tormentas de nieve, apenas se podia andar y la orientación con brújula era extremadamente difícil. Finalmente tras 24 horribles horas ,los españoles alcanzaron las aldeas más allá del lago.
Pero, lejos de poder descansar, los españoles tuvieron que lanzarse al combate junto con un centenar de soldados alemanes que encontraron allá y 40 voluntarios nacionalistas letones contra fuerzas soviéticas muy superiores. Esa pequeña fuerza hispano germano letona se enfrentó a 3000 soldados soviéticos que disponían de tanques, artilleria y aviones por el control de las aldeas de la zona, siendo diezmada por los rusos, merced a su superioridad de más de 10 contra 1.
Pero sucedió lo imposible. El 20 de enero, cuando solo quedaban vivos 34 españoles y la unidad estaba a punto de ser aniquilada, los rusos se retiraron. Los rusos habían sufrido grandes bajas, no habían creído posible un ataque a través del lago a esa temperatura y creían encontrarse frente a toda una división. El Teniente Otero de Arce transmitió por radio un emocionado mensaje al General Muñoz Grandes .”Punta de penetración enemiga frenada. Los rusos se retiran. Dios existe”
En la madrugada del 21, los españoles alcanzaron a los alemanes sitiados en Wswad que quedaron liberados. Españoles y alemanes se abrazaron sobre el terreno helado y emprendieron juntos la retirada. La misión encomendada a los esquiadores españoles había sido plenamente cumplida, aunque a un precio altísimo. Solo quedaban vivos 32 españoles de 206 que habían partido y solo 12 estaban ilesos , el resto estaban heridos o congelados . Uno de ellos era Ramón Farré Palau que sufrió la amputación de ambas piernas por debajo de las rodillas a causa de la congelación, implantándole unas prótesis en el Hospital Militar de Berlin.
El Mando alemán concedió 32 Cruces de Hierro, una para cada superviviente español, entre ellos a Ramón Farré. También recibieron importantes condecoraciones españolas. Los generales alemanes Ernst Busch y Eric Schopper felicitaron al General Muñoz Grandes y calificaron de “soldados excelentes” y “ gesta excepcional” el papel de los españoles en esa operación.
Los historiadores norteamericanos Gerald Kleinfeld y Lewis Tambs no dudan en calificar esta acción de los españoles en el Ilmen como “uno de los episodios más heroicos protagonizados por cualquier ejército en la Segunda Guerra Mundial”. ”Solos, una isla española en un mar de extranjeros, estos bravos lucharon y murieron y ganaron un lugar inmortal en la historia”, añaden Kleinfeld y Tambs.
Fuente:” La Batalla del Lago Ilmen”. Eduardo Barrachina Juan. PPU Barcelona 1994.
“La División Azul en Rusia.” Gerald Kleinfeld y Lewis Tambs . Editorial San Martín. 1983.