¡Quién le iba a decir a usted, Sr. Sánchez, que acabaría enviando a miles de españoles a hornos crematorios o fosas comunes!
¡Quién le iba a decir a usted, Sr. Sánchez, que acabaría enviando a miles de españoles a hornos crematorios o fosas comunes!
Al final, ha optado usted por quemar los cadáveres. Tal vez lo de las fosas comunes no lo veía usted políticamente correcto ni propagandísticamente conveniente.
En 2017 la izquierda se lanzó a la calle con su habitual muestra de agresividad, intolerancia, incomprensión e instrumentalización de las desgracias, catástrofes y, especialmente, hechos luctuosos, porque fue sacrificado un perro, única víctima de la epidemia del ébola en España, bajo la gestión gubernativa de la derecha.
Entonces se pidió clamorosamente (usted el primero) la dimisión del presidente de derechas. Naturalmente.
También les oímos gritar por las calles con indescriptible virulencia: «No estamos todos, faltan doscientos»; velada acusación de responsabilidad asesina. Los organizadores de las manifestaciones tuvieron que redondear al alza porque no les quedaba bonito el grito acusador (hubo 192 víctimas, no 200).
Dice Alfonso Ussía que de ser la derecha la que hubiese gobernado durante la pandemia, tendríamos en las calles de toda España incendiarios gritos como:
«Estáis matando gente con vuestras decisiones»
«Sois y seréis los culpables» (Yo añado: «Siempre son los mismos»)
Dice el escritor que el grito de la izquierda más radical sería: «Asesinos»
También, en los hospitales los médicos harían declaraciones terroríficas sobre sus condiciones de trabajo.
Alguna televisión y otros medios de comunicación sacarían a todas horas fotos y vídeos de los muertos en las pistas de patinaje. Harían documentales monográficos con tintes poéticos sobre la muerte y la soledad, para golpear la sensibilidad de los televidentes y arrancar lágrimas y gritos de rabia contra el Gobierno.
Estoy de acuerdo, con don Alfonso.
Espero que sobre este asunto se abra una investigación judicial más transparente que las anteriores. Según una información obtenida por ABC, los alemanes ya lo tienen claro: el 50% de la población afirma que el elevado número de muertos es debida a una mala gestión de su gobierno, Sr. Sánchez.
Según dicho estudio, cuenta usted, en estos momentos, con el apoyo de apenas un cuarto de los españoles (27.7%).
Se están preparando ustedes la escapada. Se les nota. Oigo ya por ahí comentarios de su gobierno como: «No hay culpables», «La culpa ha sido de la sociedad». Ahora nos dice (lleva tres semanas diciéndolo) que vamos a llegar al pico de los muertos, y para ello utiliza, como siempre, un verbo ambiguo: «doblegar». Ese verbo significa vencer, dominar, obligar. No es el más adecuado si se quiere decir «superar, rebasar, girar, invertir», pero claro, luego podrá decir que su gobierno consiguió «doblegar» al coronavirus. Ya se lo están preparando. Pues quiero decirle con claridad: Usted no ha vencido al coronavirus, desaparecerá porque nos hemos escondido y no ha podido encontrarnos.
Estoy absolutamente seguro de que se podía haber actuado mejor, si hubiese actuado usted como «Hombre de Estado» en vez de un endiosado líder de una masa ideológica, patética caricatura de un trasnochado bolchevique.
Espero, que haya un juicio, internacional sobre su gestión y responsabilidad en los miles de muertos que se han producido en España, y que si uno solo de los habitantes de esta nación (aunque sea un pobre perro)hubiese podido salvarse con una gestión mejor, más inteligente, coordinada y rápida, sea usted, cuando menos, señalado por la Historia.
Vean las portadas del periódico El País que aporto y utilícenlas como datos concretos para valorar este terrible holocausto producido durante el gobierno de Sánchez.
23 de febrero:
8 de marzo: «Sola y borracha…»
9 de marzo: De golpe, 7 muertos en un día…
No afirmo nada, pero… ¿Y si esos siete muertos hubiesen muerto la semana anterior y nos lo hubiesen ocultado hasta «el día después»?