Puño: el moderno símbolo de los patriotas españoles – 1808
Antonio de Capmany y Surís de Montpalau, nacido en Barcelona en 1742 fue un gran historiador e intelectual español de finales del XVIII y principios del XIX. Fue un gran catalán que amó mucho a su patria, España. Por eso está hoy olvidado por la Cataluña oficial. Fue historiador, filósofo y economista político. Fue diputado en las Cortes de Cádiz. Murió en 1813. Había sido militar, perteneció al Real Regimiento de Dragones de Mérida. Era un miembro destacado de la burguesía catalana de la época, por encargo de las instituciones de la cual, escribió obras que siguen siendo clásicos de la historia económica catalana y española. Amó profundamente a nuestra lengua, el español, sobre la que también publicó importantes estudios. Incluso fue estudioso y amante del arte de la tauromaquia.
Pero se le recuerda especialmente por haber sido el intelectual patriótico más importante de España durante la Guerra de la Independencia. En 1808 huyó de los franceses en Barcelona y se instaló en Madrid y luego en Andalucía. Allí se convirtió en director de la Gaceta de la Regencia de España e Indias, el diario oficial de la Junta Central, convertida más tarde en Gobierno patriótico de Regencia. Pero su obra mas famosa en aquel momento fue su “Centinela contra franceses”, publicado en 1808. Un libro que ha sido definido por el historiador Ricardo García Cárcel como “ la obra de mayor exaltación patriótica española de toda la historia”
Era una obra que incitaba a los españoles a una lucha a muerte contra Napoleón. “No es tiempo de estar con los brazos cruzados, el que pueda empuñar la lanza, ni con la lengua pegada al paladar el que pueda instruir y alentar a sus compatriotas. Nuestra preciosísima libertad está amenazada. Nuestra patria, España, corre peligro y pide defensores. Desde hoy todos somos soldados. Unos con la espada y los otros con la pluma”, decía el texto entre otras muchas arengas patrióticas. Y llama la atención la ilustración de la portada de la primera edición de la obra: un puño cerrado y la inscripción “de la unión, la fuerza”.
Hoy, 200 años después, el mensaje de patriotismo, lucha y unidad de los españoles, que lanzara Capmany en su época sigue siendo de una gran actualidad.