Prueba del algodón del PP y Vox ante sus posibles votantes
"Señores del PP y de Vox, si se da el caso más previsible de que la suma conjunta de sus diputados alcance la mayoría absoluta de la Asamblea, ¿estarían Uds. dispuestos a formar un gobierno de coalición?"
Las reacciones de los votantes ante el fichaje de Toni Cantó por el PP han sido diversas: unos han aplaudido, otros han sentido envidia, otros lo han criticado. Lo han aplaudido quienes consideran que el PP se ha visto reforzado al incluir, aunque sea como independiente, a un diputado luchador por España frente al separatismo y a las exclusiones lingüistas. No obstante, en el propio PP habrá quien se sienta intranquilo porque se le haya incluido como independiente, ya que, aunque sea elegido diputado por la Asamblea de Madrid, no renunciará a pronunciarse sobre la política nacional. Quién sabe si, ante la acción antiespañola de las “embajadas catalanas”, no se le ocurre a Toni proponer que se creen “embajadas madrileñas” en el extranjero para luchar por España, ya que el Ministerio de Exteriores no parece que lo haga. Rajoy, con el 155, suspendió las “embajadas catalanas”, cosa que su Ministro de Exteriores debería haberle pedido antes y no lo hizo. Por tanto, puede que haya en el PP quien dude y se pregunte: ¿no estaremos metiendo en la Asamblea de Madrid a otro posible contestatario, a otra Cayetana Álvarez de Toledo?
Habrá otros, posiblemente en VOX, que hayan sentido envidia. Porque Toni ha sido valiente y muchos votantes de VOX habrán sintonizado con sus españolistas intervenciones, difundidas por YouTube. Por otra parte, Cantó ha tenido la gallardía, no sólo de abandonar la Ejecutiva y el partido de Ciudadanos, sino también de haber renunciado a su escaño como diputado autonómico en Valencia, donde no hay riesgo de elecciones a corto plazo. Estas actitudes, tan poco habituales, habrán sido admiradas por aquellos votantes para los cuales también los gestos son importantes.
Habrá otros que pretendan descalificar a Toni porque al dejar la política hace unos días, manifestó que se iba a poner en contacto con su representante para volver a su ámbito profesional y, sin embargo, ha aceptado la oferta que le ha hecho ahora el PP. Eso ya se han apresurado a hacerlo en el programa de Julia Otero, la cual guarda un exquisito silencio ante las mentiras de Sánchez e Iglesias. No obstante, Toni tiene todo el derecho a cambiar de opinión, máxime cuando no incumple ningún compromiso contraído, ni cabe pensar que se le haya pagado, como quiere insinuar Iglesias al pretender que la Fiscalía persiga al secretario general del PP por supuesta compra de “apoyos”.
Todas estas movidas pueden tener impacto en los votantes y modificar el sentido del voto. Dada la situación económica y política, es previsible que muchos ciudadanos de Madrid hayan optado por no votar a Sánchez ni a Podemos, pues están hartos del desastre económico a que nos ha llevado el gobierno sanchista así como de los muchos ejemplos de despilfarro (recuérdense los 53 millones de euros dados a la empresa Plus Ultra, con la que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, la de las misteriosas veinte maletas, tiene unas conexiones llamativas a través de un empresario venezolano)
Es por ello que ahora llega el momento de hacer la prueba del algodón al PP y a Vox. En el caso de la política, el algodón son preguntas claves que permiten medir la solidez o fragilidad de cada opción política. Empecemos por la mayor, en el caso de Madrid. Señores del PP y de Vox, si se da el caso más previsible de que la suma conjunta de sus diputados alcance la mayoría absoluta de la Asamblea, ¿estarían Uds. dispuestos a formar un gobierno de coalición? Esta cuestión es trascendente porque también se la hará el independiente Toni Cantó, si llega el caso. Si el PP dice que no aceptará incluir a VOX, en un gobierno de coalición, los votantes de centro derecha a los que esto les parezca bien, tienen una opción clara, votar al PP y apechar con lo que pase. Por el contrario, aquellos a los que no les repugne un gobierno de coalición con VOX e inclusive a aquellos que lo consideran conveniente, su opción natural sería votar a VOX para así presionar al PP. Los de VOX lo tienen más sencillo salvo que VOX dijera ahora, cosa impensable, que nunca va a aceptar entrar en un gobierno de coalición con el PP.
Tras las cesiones de VOX, apoyando sin contrapartidas a gobiernos y alcaldías del PP en Andalucía, Murcia y Madrid, al partido no le queda otra opción en 2021 que la de exigir que se acate en Madrid, lo que los madrileños hayan decidido con su voto. Hay una cosa clara e incuestionable: VOX ha sido leal, aun habiendo sido marginado por el tándem PP-Ciudadanos. Por tanto, no cabe dudar de su lealtad si entrara en un gobierno de coalición. En conclusión, salvo a los radicales del PP que estén dispuestos, a cualquier precio, a que no se forme un gobierno de coalición PP-VOX, a todos los demás, posibles votantes del PP y de VOX, les es de mayor garantía votar a VOX porque reforzaría la presión sobre los radicales del PP y se lograría un gobierno de coalición.
¿Cuáles son las características de los políticos y votantes radicales del PP? En primer lugar, insistir en que la gestión de Rajoy en Cataluña fue correcta y acertada, cosa desmentida por el descalabro del PP en las generales de abril de 2019, donde sólo obtuvo 66 diputados, y por su insuficiente subida en noviembre de 2019 a 89 diputados, mientras que VOX hacia una entrada fulgurante en el Congreso con 57 diputados. Por si esto fuera poco, las recientes elecciones autonómicas en Cataluña han puesto al PP al borde de la desaparición, pues tan solo ha obtenido 3 diputados, mientras que VOX, de reciente entrada obtuvo 11 diputados. Esperemos que los radicales del PP se lo piensen, pero de momento los ciudadanos ya les han indicado donde está su error. Rectifiquen, señores, rectifiquen.
En segundo lugar, la pasividad ante el tema de la Memoria Histórica. La izquierda que, además de controlar los telediarios, sabe manejar muy bien los datos, ataca duro que te pego, unas veces con razón y otras no, pero en todo caso sin querer ver sus ERES, cursos de formación, etc. Lo peor es que la derecha no sabe esgrimir ante la izquierda la peor corrupción política que ha habido en el mundo, que son los crímenes del comunismo inducidos por la falsa, violenta y dictatorial doctrina marxista. La derecha debería ser capaz de echarle en cara a la izquierda todos esos crímenes, que además se produjeron también en España, durante la República, golpe de Estado de 1934, y durante la Guerra Civil, las checas y la tolerancia del gobierno republicano ante el terror. En lugar de eso la derecha se calla, y renuncia a reclamar el espíritu de la Transición y de la Ley de Amnistía. El PP de Rajoy con su mayoría absoluta, no supo ver que debía derogar la ley de Memoria Histórica de Zapatero. Por su parte Juanma Moreno, presidente de Andalucía, no ha sabido tampoco derogar la ley de Memoria Histórica andaluza. Tal vez en Madrid haya que aprobar una ley de Memoria Histórica de Madrid, que contrarreste a la ley de Memoria Histórica nacional. ¿Acaso no estuvo en Madrid la línea de frente, inamovible desde julio de 1936? Aprobemos entonces, con la mayoría absoluta, una ley de Reconciliación Histórica madrileña. Con el voto de VOX se podrá contar, pero ¿y con el voto del PP? Talvez sólo con el de Toni Cantó.
Por tanto, para los madrileños, la prueba básica del algodón para evaluar las opciones políticas y nuestro voto, ante el dilema PP o VOX, se centra de entrada en tres indicadores. Primero, disponibilidad para constituir un gobierno de coalición de centro derecha. Segundo, claridad y firmeza, desde Madrid, ante el independentismo y tercero, rotunda voluntad de romper la mentira histórica del comunismo y del marxismo, para liberar a quienes, por confusión, se sienten sometidos a ella y trabajar para crear un auténtico clima de convivencia democrática. Y después no faltar el 4 de mayo.