Profesores laicos pretenden prohibir las procesiones en los centros sevillanos

La Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía permite -finalmente-, las procesiones de Semana Santa en institutos públicos para los alumnos de Religión. La única recomendación es que se plantee na actividad alternativa para el alumnado que no ha elegido esa materia optativa.

Esta es la respuesta de la Consejería, una vez que la plataforma Sevilla Laica hiciese que se suspendiesen estas manifestaciones religiosas en 2 institutos públicos.

Los institutos públicos de las localidades de Guillena y Mairena de Aljarafe, en la provincia de Sevilla, se vieron obligados a suspender la representación de una procesión de Semana Santa prevista para los próximos días frente a las protestas de ciertas familias que fueron alentadas por la plataforma Sevilla Laica.

La plataforma Sevilla Laica comenzó la campaña de presión a fin de que se retiraran estas representaciones aduciendo que la escuela pública debe ser un sitio “laico” y “neutro”, y que las procesiones son actos “totalmente confesionales” y en consecuencia deben continuar en el sala de la materia de Religión “como determina Inspección educativa”.

Asimismo aseguran que “no vale la excusa de que la actividad sea optativa pues sería mucho peor enfrentar a niños a la decisión de disfrutar o no con sus compañeros por razones de conciencia”. “Una procesión de Semana Santa puede disfrutarse en cualquier calle, pero no es una actividad propia de una escuela pública”

No obstante, tras el anuncio de la suspensión de las procesiones escolares en esos centros públicos, la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía aclaró en un comunicado que “el servicio de Inspección educativa ha informado propiciamente sobre la realización de esta actividad y en ningún instante se ha emitido informe contra su celebración”.

En ese sentido, autorizó que se efectúen representaciones de procesiones escolares. “La actividad cuenta con la cobertura legal demandada por la normativa en vigor”, siendo desarrollada por profesores del centro, aprobada por el equipo directivo y el consejo escolar». Además de esto “contempla otra actividad como opción alternativa para atender didácticamente al alumnado que no participa en ella”.

Estamos acostumbrados a los ataques por parte de extraños, a nuestra cultura, costumbres y tradiciones, pero resulta especialmente grave cuando la intolerancia proviene de «los nuestros». En el caso de la educación, en concreto, desde hace años los colectivos de las «camisetas verdes» en «defensa de la escuela pública», colectivos formados por los principales sindicatos de izquierdas, intentan desechar de los centros españoles todo aquello que ellos no respetan.

Se trata de un adoctrinamiento cuyo objetivo principal es cortar de raíz la enseñanza de nuestra cultura y la transmisión de costumbres y valores, basado todo ello en un «igualitarismo» que busca supeditar lo nuestro a lo que viene de fuera, para machacar «lo español» que, lejos de producirles el orgullo debido, les causa resquemor.

Resulta extremadamente peligroso permitir que esos funcionarios laicos se encarguen de la educación de nuestros hijos. No sólo se adoctrina en Cataluña o Vascongadas; profesores sectarios, enemigos de España, proliferan en escuelas e institutos de todo el país y los padres deben saberlo.