Pedro, Pablo (los Picapiedra) y su ideología espectral
Después de los últimos acontecimientos en nuestro panorama político y social, como el desplante de Sánchez a Guaidó, el acto delictivo y conspiratorio de Ábalos amparando y dando cobijo a la segunda de Maduro, condenada al destierro en prácticamente toda Europa, el descarado adoctrinamiento con lenguaje inclusivo incluido de la senil Calvo y la analfabeta Montero, la cantidad de dislates de ese otro analfabeto que tiene como marido la última, conocido entre las feministas como el macho Alfa, los absurdos y surrealistas pero a la vez exigidos a modo de facto por ese niño grande que conocemos como Esteban, el gran sioux vasco y las continuas humillaciones del mitológico dios Torra y sus afines discípulos, me voy a permitir a modo de patente de corso, expresar mediante una hipótesis personal lo que me dicta mi conciencia, mi alma, mi corazón y mi cabeza.
Esta reflexión es otra serie o corolario de libelos o escritos difamatorios contra la secta que tenemos como gobierno en la actualidad. Hay un gran sector de la sociedad española que desconoce a lo que nos enfrentamos realmente, es un nuevo y despótico totalitarismo, una ideología invisible, espectral y silenciosa pero a la vez descarada y confesa, por su carácter poli o multifórmico, es un totalitarismo moderno que desborda y sobrepasa las barreras y muros de las tradicionales fronteras o límites ideológicos.
Se trata de un engendro nuevo que defiende lo emocional frente a la razón, los sueños o utopías frente a la realidad, su retórica se postula en los deseos y anhelos de la sociedad al margen de su con seguridad, imposible consecución y viabilidad. Divulgado por apátridas sin conciencia para hegemonizar su poder, vulgares ególatras cuya inmensa fatuidad les lleva a ir comprando voluntades a base de prebendas o privilegios de poco trabajo o esfuerzo, alta y excesivamente remunerados y por contra, legalizando la muerte civil o social a su disidencia.
Este nuevo engendro, este nuevo totalitarismo, ha renacido en nuestra sociedad, una sociedad democrática hasta hoy, intentando infectar como un virus nuestro pensamiento y estado de ánimo.
Un totalitarismo que intenta imponernos una transformación regresiva aunque de una forma galopante, consolidando un gran gobierno postulado en mutaciones ideológicas, unas mutaciones que nacen o emergen y retornan de los escombros de las viejas y nocivas ideologías: Comunismo, Nacionalsocialismo, fascismo… Unas ideologías que nos adentran en las tinieblas más oscuras de nuestro presente, en las que no se atisba un puntito o haz de luz y de esperanza en nuestro futuro.
Este nuevo Gobierno y sus políticas no son más que la cruel agonía de una muerte justamente merecida para una parte o sector de nuestra sociedad y un asesinato con premeditación y alevosía contra la otra, la que defiende la verdad, vive la realidad y lo hace con el sentido común que le ofrece la ley. Una ley que marca la ruta de la verdadera democracia y nos proporciona una libertad de la que a día de hoy estamos privados por este nuevo Gobierno y esa ideología totalitaria y espectral que nos es impuesta.