Paremos la maquinaria islamista ya
Seguimos sufriendo el flujo constante y sin ningún tipo de control de musulmanes, una invasión en toda regla. Esto nos está poniendo a todos en un peligro permanente, y todo gracias a un gobierno complaciente y débil.
Tras la detención de hace unos días del presidente de la comisión islámica en España, supuestamente por financiar Al Qaeda, creo que ya es hora de empezar con la repatriación de inmigrantes ilegales y empezar a investigar a fondo las mezquitas y cualquier tipo de centro de reunión musulmana para su posterior cierre inmediato. Proceder a la localización, identificación, detención y expulsión de todos aquellos sospechosos de pertenecer a Estado islámico o cualquier otra célula terrorista, detener e investigar a todo el que haya tenido contacto con algún grupo terrorista y su expulsión inmediata del país. Prohibir por completo la libre circulación de todo aquél que provenga de cualquier país afín a grupos terroristas. Y endurecimiento total y contundente de las penas en caso de terrorismo.
No se puede seguir permitiendo el flujo constante de inmigrantes musulmanes, y mucho menos, sin ningún tipo de control como se está haciendo ahora mismo, la mayoría de las veces ayudados por las ONG facilitando el tráfico permanente de personas. Es inaceptable y peligroso seguir absorbiendo tal cantidad de gente musulmana, personas que una y otra vez demuestran su incompatibilidad con los occidentales, con nuestra cultura, o con nuestra forma de vivir. Recordemos que el islam no solo es religión, es ley. Una ley que desprecia a todo aquel que no la sigue, de ahí lo de llamarnos infieles, enemigos, y como tal no merecemos vivir. Que nadie se engañe, el islam no es, ni quiere ser compatible con otras culturas o religiones. Para el islam su único objetivo es imponerse cueste lo que cueste, y si para ello tiene que matar de forma indiscriminada, lo hará, como de hecho ya lo estamos sufriendo. La prueba es, a parte de los atentados, que sus seguidores o creyentes están dispuestos a morir por dicha causa.
Si Occidente, Europa, no despierta y se enfrenta al peligro inminente, nos veremos sometidos irremediablemente a su brutalidad.