Oxígeno ya, por favor
Los proyectos ab initio están repletos de ilusión, de gallardía, de humildad y grandeza, pues quienes los impulsan no son aspirantes más que al desarrollo de una idea bonísima para sus conciudadanos, o eso piensan aquellos que defienden unos principios y los quieren defender, creyendo que el impulsor pretende lo mismo.
Tres partidos han surgido en los últimos tiempos y a los tres acudieron miles de personas, por diferentes planteamientos; pero, cada seguidor lo hacia pensando en el bien de todos y en la limpieza de corazón del proyecto, en definitiva en el bien común.
Unos, manifiestamente errados en pos de ideologías que han demostrado su genocida final, absolutamente periclitadas y muy lejanas de la democracia, por más que se erijan como frasco multiesencia de la misma, que fue con lo que les engañaron los promotores a los que finalmente les hemos visto el plumero al demostrar lo que son y lo que quieren. Más vale, para ellos, mantener el trono y liberar violadores que la libertad real de una sola mujer, por más que se enmoratonen hasta las orejas… ¡ozú¡
Los otros, vieron que la lucha política en pos de un ideal en Cataluña podía ser ampliado a España con la idea del centro y los decepcionados de izquierda y derecha, moderados, cual panal de rica miel acudieron a él, con alegría y valentía; pero, al ver que esto crecía, muchos desgarramantas, que no tenían un pan, acudieron a él en busca del calor que fuera no tenían y convirtieron el partido en la bufonada que ellos mismos son, de forma que hasta su promotor salió corriendo, y eso que pasó de posar en pelotas a entrar en un macro despacho que lo despidió por vago… ¡válgame Dios!
Yo serví de partera en Salamanca de los verdes, éramos cuatro, dimos el alma y la vida por una idea sin esperar, ni querer, ni desear nada a cambio que no fuese la defensa de unas ideas, hasta que un personaje de Madrid nos abrió los ojos afirmando que España es una estrategia para llegar a lo que queremos y, por eso, nos juntamos con quien daña a España: Lepen. Seguimos desde lejos creyendo en los valores y principios, pero en el proyecto entraron no ya ilusos e ilusionados, sino caimanes repletos de ponzoña que gustaron en Madrid y que, cuando se fueron, quedaron los que los amamantaron y comenzaron a trepar…. locos, pequeños, paracaidistas, como nos definíamos…. ¿Dónde quedasteis? ¿dónde los valores?
Los “perritos sin alma” queremos grupos, partidos, personas honradas que tengan ilusión, que estén dispuestos a servir y no a servirse, que renuncien a la púrpura para ganar al ciudadano, que cobren por su trabajo, pero no que trepen para colocarse o colocar a los suyos en un lucro repugnante de quienes, con esfuerzo, sostienen este país con sus impuestos, con sus esfuerzos. Queremos líderes ilusos que crean en la utopía y trabajen por alcanzarla, conscientes de que no lo conseguirán pero, que cada paso que den hacia ella, será un acercamiento real a lo inalcanzable. Se buscan idealistas que crean en el ser humano, en la libertad, en el servicio, en la honradez y en el esfuerzo que, sin mentiras, ni imágenes de plexiglás, busquen sinceramente el bien común antes que el de los propios.
El PP, fue denominado el partido corrupto. El PSOE, ahora será conocido como el partido que robó y destruyó el feminismo. Podemos, como el partido que excarceló a los violadores. Cs, el que pudo y no quiso. Vox, del fascismo a una ilusión, veremos si la soberbia le permite seguir ilusionando… depende de ellos.
Ninguno da la talla, ninguno nos da el oxígeno, necesitamos un movimiento que se apoye en un partido que nos transmita seriedad, sinceridad, servicio y fortaleza en sus convicciones, que cursen por delante de los intereses….¿hasta cuánto podremos resistir sin ese oxígeno?
Ya sabemos a donde nos han traido los dos que nos han gobernado, PSOE y PP. Esos no debieran tener ningún apoyo electoral.