Sobre la existencia de una organización opresora dentro del Frente Popular, antes de la guerra civil
Artículo aparecido en la recién creada publicación «Frente Popular», el 27 de julio de 1936, nº 1 época I.
“Un salteador de pisos pasado por las armas
El sábado pasado día 25 en el Paseo de Ramón María Lill, número 1, primer piso, fue sorprendido «infraganti» robando un sujeto llamado Julio Romano Martínez, conocido ratero, que había asaltado el domicilio de don Mariano Gómez Guallar, de Zaragoza, sustrayéndole 6000 pesetas en metálico y numerosas joyas.
Sometido a interrogatorio, confesó el ladrón que, aprovechando las actuales circunstancias, se dedicaba al pillaje, como otros elementos.
Juzgado por el Comité del Frente Popular, Julio Romano fue inmediatamente pasado por las armas.
La cantidad robada fue restituida a don Mariano Gómez.”
El 27 de julio apenas hacía una semana que se había producido el levantamiento contra el Gobierno del Frente Popular, que no contra la República, y este Gobierno frentepopulista ya asumió el poder de juzgar y ejecutar a personas, despreciando absolutamente el carácter democrático que debiera haber tenido una República como las que había en Europa.
Dice el texto: «El Comité del Frente Popular», es decir, un grupo de personas de izquierdas que, sin conocimientos legales y sin proporcionar una defensa al acusado, lo declararon reo de muerte.
Dice también el texto que “Fue inmediatamente pasado por las armas”. Es decir, no tuvo el acusado ocasión de apelar a un tribunal superior o al legítimo poder judicial. Para evitar que alguien pudiera anular su decisión pasaron por las armas (fusilaron) al sospechoso. Incluso, habiéndose recuperado el botín.
Estos Comités izquierdistas funcionaron en todo el país de forma impune durante toda la guerra.
Cualquier ciudadano podía detener a un ciudadano, muchas veces sin informarle de la acusación o simplemente por ser católico o de derechas. No tenían derecho a defensa, ni podía intervenir el poder judicial; el Comité detentaba el poder absoluto. El Comité interrogaba, torturaba, decidía, condenaba y ejecutaba. Un día tras otro, en todas las ciudades bajo el dominio rojo. Con total impunidad. El Gobierno del Frente Popular nunca impidió las acciones de estos comités contra los españoles e impidió el desarrollo de la legalidad y la justicia en todo su territorio.
¿Cómo es posible que en apenas unos días surgieran dichos comités nada más empezar la guerra? La respuesta es que llevaban tiempo organizándose para definitivamente, pasando por encima de la democracia y la legalidad, convertir a España en un «Soviet» más de la URSS.