Nivel de crispación y tensión

Como ya estamos en el nuevo proceso electoral se nos olvidan cosas importantes que han sucedido en las últimas elecciones que, de haber cursado en el ámbito de la derecha, hubiesen sido motivo de manifestaciones en sus sedes el mismo día de las elecciones, pero no, lo hizo el PSOE y sus corifeos y se tapa.
La derecha es imbécil por no acallar a un presidente profesional de la mentira que se permite afirmar que si no gana, la derecha espera que se rodee el congreso como los Trampistas, pero esconde, olvida o perdona que sus socios de gobierno, de esa izquierda extrema con la que retoza todos los días y, claro está, dos que duermen en el mismo colchón se vuelven, no lo duden, de la misma condición, ha sido la única que en España se ha permitido rodear el congreso de los diputados y les fue impedido el asalto por la Policía Nacional.
Olvidaba yo que cada barbaridad con siglas de izquierda es un progreso, pero cada error, despiste o estupidez de la derecha sirve para llamarlos asesinos, rodear sus sedes, hacer arder las calles…
La derecha democrática ha respetado siempre los resultados electorales, nunca ha rodeado la sede del adverso, ha continuado con procesos electorales viciados y fracturados por acciones en su contra el mismo día de las elecciones y en el de reflexión… no puedo afirmar lo propio con la izquierda democrática.
Estamos ante una democracia tocada del ala, que comenzó con una constitución, unos controles formales e informales, de alta calidad democrática que servían o pretendían servir para el control del poder y, el PSOE, desde su primer gobierno democrático, se ha dedicado a reducir, retirar, eliminar y/o perjudicar con la mácula política todos y cada uno de esos controles, rebajando de forma importante el nivel de calidad democrática.
Es cierto, y por ello es cooperador necesario, que el PP cada vez que ha gobernado no sólo no ha reconstruido esos modelos de control, generado unos nuevos y fortalecido los existentes, sino que se ha dejado llevar por las mansas aguas y se aprovechó del caudal para no hacer nada.
Señor Sánchez, le recuerdo que usted fue expulsado de su partido por intentar dar un pucherazo, que de sus promesas ni una sola ha sido cumplida (no pactaré con podemos, no pactaré con Bildu, no adelantaré las elecciones, no someteré a los ciudadanos, no…), nos ha vulenerado los Derechos Fundamentales hasta por 2 veces, confirmado por el Tribunal Constitucional, ha manipulado la prensa como ningún otro presidente, ha usado el decretazo, el plasma, la distancia, los medios públicos en interés personal…. como ningún otro residente de la Moncloa hizo nunca y…. ahora, vamos a aceptarle a usted la más minima lección de solidaridad, decendia, seriedad, solvencia, democracia y respeto a la Constitución… ¿nos considera bobos no solemnes? Es evidente que no nos considera “perritos sin alma”, sino “chuchos sarnosos pateables”, es usted un auténtico Maquiavelo en el aspecto más ruín, zurriburri y rastrero que podamos observar.
Consideras que estoy crispando e insultando a nuestro Presidente y, ciertamente, no estoy siendo cariñoso, pero lo dejaré de hacer cuando alguien me explique cuál es el motivo por el que yo tengo que aceptar que me llame fascista, machista, canalla, cuando ni siquiera me conoce y yo tengo que callar lo que he visto de él.
Si el Sr Sánchez quiere democracia, tranquilidad, claridad representativa, en lugar de comenzar crispando ab initio de la partida, que se dedique a presentar sus logros, a formular propuestas, a indicar cuál es el proyecto de país que nos ofrece con claridad, sin ruidos y explicándolo transparentemente, en cuyo caso me mantendré en silencio o con una crítica más elaborada y solvente, exigiendo al resto de contendientes igual nivel de explicación y aportación constructiva; pero, si él lo que quiere, pues según ellos (ya lo dijo Zapatero) les interesa subir el listón de tensión… no me verá melindroso o suavón, pues los “perritos sin alma” ya estamos hasta los “membríscalos” de políticos inconsistentes, faltos de respeto a los votantes e incapaces mentalmente, que pretenden engañarnos.

Enrique de Santiago Herrero

Abogado. Máster en Ciencia Política. Diploma de estudios avanzados en Derecho Civil Patrimonial. Derecho penal de la empresa. Colaborador y articulista en diversos medios de comunicación escrita, radio y televisión.

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