Nace «El expreso de medianoche»: La auténtica resistencia

Ya lo denunció Udo Ulfkotte en su momento con su libro ‘Comprando Periodistas’: el terreno de la comunicación guarda tal audacia y ambición que ha sido catalogado como ‘el cuarto poder’. La manipulación de la MassMedia es lo suficientemente significativa como para que varios expertos se hayan pronunciado al respecto. Wenceslao Castañares fue uno de ellos que lo manifestó directamente, indicando que géneros como los ‘realities’ son, entre otras cosas “un espejo en el que confesar las propias faltas para que puedan ser perdonadas (…) un espejo en el que todos puedan mirarse y aprender”, ya que “la televisión y lo que ella representa interviene así en la reorganización de las relaciones sociales en el marco de un nuevo reparto de competencias y de poderes con el Estado”. Es decir, que “donde el Estado se revela impotente, ineficaz o débil, interviene la televisión ofreciendo soluciones constatables”.

Los medios de comunicación prostituidos: espacios propagandísticos

 “Me avergüenzo de ello, me encontré sin quererlo apoyando el belicismo como una extensión del largo brazo de propaganda de la OTAN, y lo único que puedo hacer para reparar ese mal es contar toda la verdad” expuso el señor Ulfkotte a algunos periódicos como ‘RT Actualidad’: “publiqué artículos con mi propio nombre pero escritos por agentes de la CIA y otros servicios de inteligencia, especialmente el servicio secreto alemán”.

El señor Ulfkotte nos invita a reflexionar con su incomodísimo libro, considerado un tabú en Alemania y bestseller en todo Occidente: “¿Se imaginan ustedes que los agentes de los servicios secretos entran en las redacciones para redactar, ellos mismos, los textos que, luego, aparecen en la parte editorial firmados por periodistas de renombre? ¿Saben ustedes cuáles de los periodistas y de qué medios han sido sobornados por sus informes? ¿Y tienen ustedes una idea aproximada de cómo se otorgan los prestigiosos ‘premios del periodismo’?”

De esta forma, no es descabellado pensar que los medios de comunicación oficiales son una pieza clave en métodos como la ingeniería social o el alarmismo colectivo. Gracias a la fuerza de su influencia, ideologías tales como la feminista o la de género han conseguido dividir a la población entre los que están a favor y en contra: la controversia del Pin Parental es un claro ejemplo de ello.

«La verdad, la primera víctima de la guerra» (Wahrheit)

Patricio Carrasco, bombero químico, tertuliano en varios medios de comunicación y portavoz de la plataforma ‘Salvemos la Biosfera’ fundó este mes de marzo ‘El Expreso de Medianoche’, un programa cuyas emisiones son en directo y cuenta con un variado equipo. Su enlace con diversos medios de comunicación independientes tales como ‘Aquí La Voz De Europa’ o ‘Mundo Viperino’ teje una red de profesionales, cuidando a su propia audiencia y dando voz a quienes tienen algo que expresar.

Teniendo en cuenta que sus emisiones tratan temas de actualidad, es difícil establecer un horario concreto, por ello, en el canal oficial de Telegram  se notifica el día y la hora de la próxima emisión, además de dejar constancia de los comunicados del equipo y de realizar encuestas para conocer la opinión del público ante ciertos temas. A su vez, en su página se cuenta con un formulario de contacto donde poder escribir directamente a los miembros del grupo, así como un listado organizado en categorías con todas las emisiones en diferido.

El inicio de ‘El Expreso de Medianoche’ adquirió la suficiente popularidad como para considerar emitir también en horario diurno, bautizando esa franja como ‘El Expreso de media tarde’. Con apenas dos semanas de vida ya cuenta con más de mil suscriptores en el canal, numerosos comentarios en cada uno de los vídeos y una animada conversación en el chat en tiempo real, donde se permite a todo usuario distribuir la información que considere oportuna, sin ningún tipo de censura.

“Somos la Resistencia” es el lema principal del canal, subrayando así su independencia periodística, al contrario que los medios de comunicación financiados por las grandes corporaciones.