Movimiento del «perrito sin alma»
En su día, tanto desde la izquierda como la derecha, surgieron nuevos partidos políticos que clamaban desde la sociedad por la defensa del ciudadano frente al poder, la transparencia, la honradez y regeneración política y la aplicación de los fondos públicos a políticas públicas y no despilfarros de las élites que unos llamaban casta y otros ladronazos.
De aquellos pigmeos emanados de una sociedad agotada, surgió un movimiento de izquierdas, en el que participó la derecha, el 15-M, que pronto fue secuestrado por minorías comunistas que primero se apropiaron, luego gestionaron y, finalmente, en un proceso de prostitución del objetivo, transformaron en PODEMOS, con lo que muchos han seguido en pos de los primeros olores de limpieza que tanto gustaron.
Al poco surgió en la derecha un partido con ese mismo alarde de regeneración, austeridad política, transparencia y honradez, de personas que se sentían traicionadas por la derecha oficial y así, un pequeño grupo de locos enamorados de unos principios básicamente anclados en la cultura judeo cristiana que soporta nuestra civilización, y con una intención meramente temporal, por la que se acudía a la política, se prestaba el servicio y se regresaba a la posición social que poseía el que acudía, impulsaron el primigenio VOX.
PODEMOS comenzó su descomposición por la falta de solvencia intelectual, carencia de referente política moderna, la inconsistencia moral y la manifiesta falta de coherencia al repetir los modelos más corruptos de la casta que manifestaban perseguir, la izquierda oficial no dudó en fortalecerlo, darle oxígeno, enlucido su imagen y defendiendo su posición democrática, ocultando la auténtica ultra y extremista izquierda comunista que se santifica, con el apoyo de una mayoría de medios de comunicación adecuadamente aceitados.
Entre tanto, VOX gozó, desde dentro, de posicionarse en la extremaderecha que ab initio no era, de chapotear en los charcos del Lepenismo que daña a España y la ultraderecha que no aporta nada, olvidando sus principios que se reducen hasta la eliminación de algún prócer que animaba la fiesta, pero de los que no son capaces de deshacerse.
El sostén y mantenimiento de VOX y PODEMOS se fundamenta en discursos sensible-afectivos para su público, carentes de desarrollo efectivo, pero que tan pronto observan que disminuye su presencia, por la tracción efectiva que llevan adelante, se dedican a enarbolar las banderas que ellos mismos no creen, pero saben alcanzar el alma de sus votantes. Observa cómo PODEMOS defiende a la mujer, pero daña a las víctimas con la Ley del «sí es sí» y automáticamente alzan la soflama de que es culpa de los carcas, extrema derecha, fascistas…etc.
Por su parte, VOX es incapaz de manejarse en las instituciones demostrando su falta de preparación y la novedad, pero en lugar de aceptar que se cometen errores, se alza el pecho y se activan las soflamas, así se equivocan a la hora de explicar protocolos contra el aborto, generan un problema innecesario, dan oxígeno a un gobierno nacional asfixiado; pero, en lugar de reconocer el error, se saca pecho culpando a los comunistas, a los abortistas y a las feminazis.
El pueblo puede aceptar las diversas posiciones, perdonar los errores, admitir un cierto nivel de incoherencia, pero la soberbia con la que cursan unos y otros y cómo nos tratan a los «perritos sin alma», no sólo nos resultan insoportables y deplorables, sino que nos recuerda a los «profesionales de la política» de las «viejas guardias» de las que queremos huir.
Entre tanto, los ciudadanos no sabemos qué hacer, cómo actuar, dónde desarrollar nuestra responsabilidad política para con el futuro de nuestros hijos.
Los movimientos sociales que están surgiendo, que están, con errores, dando los primeros pasos, sin apoyo o reconocimiento de los staff políticos oficiales, con el desdén de muchos medios de comunicación, pero con un apoyo social importante, son el modelo que debemos de desarrollar, pues en ellos la libertad de pensamiento, la falta de sometimiento a estructuras de poder, el desapego a las formaciones políticas y a dirigentes que imponen sus planteamientos hace que su fuerza sea superior a la de una formación política, si bien deben de aprender a moverse con agilidad, sin miedos, con un sosegado, estudiado y formado modelo de acción rápida frente a las agresiones del poder y/o de la oposición, pues al no someterse a líneas políticas, la crítica es equidistante y sometida al cumplimiento de valores, no de argumentarios partidistas.
Cuando los movimientos sociales se mueven, se producen macromanifestaciones pacíficas pero contundentes que, si se han desarrollado así con 3 días de organización, se podrían multiplicar con sólo hacerlo 15 días antes… Somos fuertes y sí, sí podemos hacer cosas los «perros sin alma» y debemos de ser conscientes de ello.