Mi ministra favorita, madre amantísima y la más feminista

Irene Montero se lleva a su niña al trabajo, y digo yo que alguien cuidará de su niñita mientras trabaja, porque si está pendiente de su retoño no rinde, y si no rinde está cometiendo un fraude en toda regla.

Esta cajera metida a ministra de igualdad, que ahora se vanagloria de serlo, pero que no le vino nada bien cuando un periódico le recordó que en su currículum vitae, se le olvidó incluir su antiguo empleo, es de todo menos ecuánime.

Esta señora se lleva a su niña al trabajo, cosa que solo puede hacer ella y unas pocas mujeres, única y exclusivamente por su situación laboral privilegiada, al resto de las féminas no les está permitido hacerlo.

La señora Montero también se ha montado un parque en su oficina para poder estar cerca de su Aiti, diminutivo cariñoso con el que llama a su nenita de nombre Aitana, otro privilegio, por ser vos quien sois.

El otro día la súper mamá fue sorprendida con una tarta que le regalaron sus compañeros de «trabajo» con motivo de su cumpleaños, ella muy alegre y muy contenta, y siempre rodeada de asesoras y asesores, de chachas, y de chachos que estén dispuestos a echarle una mano, cuando la señora ministra lo necesite, se dispuso a cortar la tarta y a celebrar con sus compis.

Así que entre saborear la tarta cumpleañera, cambio de pañales, teta o biberón, ajos y sonajero, esta ministra de igualdad hace de todo menos honor al ministerio que regenta, ya que su equipo está formado sólo por mujeres, y a esas mismas mujeres a las que dice defender a capa y espada, les restriega por los morros que ella es una madre diez, por llevar a su niña a cuestas, eso sí, con fotógrafo incluido, y no repara doña Irene, que este alarde de madrismo (me pongo a la altura de la ministra al inventar palabros) es de todo menos igualitario.

En definitiva, este nuevo ministerio ha sido creado ex profeso para la pareja del vicepresidente, desde ahí creará algún que otro chiringuito para sus feminazis, y pasará a la historia con más pena que gloria, igual lo suyo solo es hacer caja, que para eso trabajó como cajera.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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