Mensaje a las autoridades sobre la celebración de actos religiosos en la vía pública
Sr. Jefe del Área de Normativa e Informes del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad:
En respuesta a su mensaje a continuación de estas líneas, le comunico que en los numerosos escritos que durante los 3 últimos años he dirigido a ese organismo sobre el asunto de referencia, lo único que he solicitado es que respeten y hagan Vds respetar la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, así como la resolución del Director del Gabinete de Coordinación y Estudios que acompaño en archivo adjunto.
En cuanto a sus numerosas negativas a todas mis solicitudes, no constituyen más que fútiles y toscos pretextos para vulnerar la citada Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, como así viene ocurriendo, en un evidente y burdo fraude de ley sin haber aportado hasta ahora ningún argumento racional que justifique su postura, sino más bien zafias argucias que rebajan nuestro Estado de derecho a la ínfima categoría de dictadura bananera sin crédito internacional alguno.
Lo único que pretendo es que la Secretaría de Estado de Seguridad, a fin de terminar con la ilegal costumbre de que los organizadores de actos religiosos en la vía pública soliciten autorización para los mismos a sus respectivos ayuntamientos, en lugar de comunicar su celebración a las correspondientes delegaciones o subdelegaciones del Gobierno como establece al efecto el Artículo 21.1 de nuestra vigente Constitución y los artículos octavo y noveno de la precitada Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión.
Al objeto de dar fin a esta infausta historia que me ha deparado el infortunio de conocerles y soportar su irracionalidad y extemporaneidades, a tenor de las facultades mentales que han demostrado Vds en los 3 últimos años, para ahorrarles el esfuerzo mental de su elaboración y redacción en archivo adjunto les envío modelo de Instrucción relativa al caso que nos ocupa a fin de que el Ministerio del Interior cumpla y haga cumplir la ley a las entidades expresadas en la misma.
Asimismo, dirijo copia de este escrito al Presidente del Consejo General del Poder Judicial y a la Fiscal General del Estado con el ruego de que, en cumplimiento de sus funciones, decreten las sanciones que estimen procedentes por estos 3 años perdidos bajo el imperio de una ignorada voluntad personal sobre la ley y el deterioro ocasionado a mi sistema nervioso.
Igualmente, dirijo este escrito a 3 representantes del Poder Legislativo rogándoles las acciones que consideren oportunas en defensa del respeto a las leyes que emanan del mismo.