¡Manifestaciones pero ya…!

Érase una vez, en un país que si nos descuidamos dentro de poco estará muy muy lejano y de cuyo nombre no hay día que no me acuerde, no ha mucho tiempo que vivía gente tranquila, alegre, laboriosa y confiada. Un pueblo que podía hacer planes a largo plazo porque las instituciones funcionaban, se respetaba la ley, y a los políticos todavía les quedaba algo de vergüenza… Pero llegaron unos bárbaros sin memoria ni cultura suficiente, mérito ninguno y sin escrúpulos… Un puñado de mañacos adanistas, chulos, faltos tanto de moral como de una mínima educación y hasta de aseo… Y trajeron espíritus macarras, lenguajes soeces, modales sin desbastar…

eeen fin…

¡Vamos a la calle todos, pero ya…! Pero vamos a dejarnos de pegar fuego a contenedores por ahí ni ostias. Ni que fuésemos borrokas… Si hay que salir a la calle a manifestarnos que sea por algo digno y de forma digna, coño. No somos hienas peleando carroña ¿o sí…?

Paz señores, paz siempre. La única guerra justa sería una guerra a la defensiva pero ya no las hay defensivas; ya no quedan. En todo caso serían un oxímoron porque toda guerra ha pretendido siempre una derrota. Entonces, vamos todos a las calles sí, pero no a la guerra. A la paz.

Vayamos a las calles, sí pero como se hacía antes, como al principio, con redaños: esgrimiendo una barra de pan en una mano y en la otra a nuestros hijos y a nuestros viejos enseres; para que se nos vea tal y como somos de verdad… Vayamos sí, pero para ver cuántos y cuántos somos, y para comprobar lo mucho que todavía nos queremos… Salgamos todos, pero para saber cómo estamos de humor haciéndonos reír unos a otros; o para saber qué o cuál coño necesitamos de verdad… Tomemos las calles pero yendo a por algo digno; vayamos a esa manifestación con un pan en una mano y una flor en la otra; vayamos, a por algo que sea para todos, a por algo en beneficio de todos...

¡Y ojo…! Hay que reventar esta basura de redes sociales ya, de verdad… Pero no solo porque no nos informan realmente de lo mal o bien que van las cosas, sino porque encima, no nos sirven tampoco para insuflar de forma colectiva y manifestar las ganas que en verdad todos tenemos de vivir intensamente, de innovar, y de buscarnos y ganarnos justo ésta vida nuestra, aunque haya a quién pueda parecerle una vida de mierda…

Yo recuerdo, en los inicios, cuando era solo y puramente viral, todo este rollo de caralibro y demás plataformas virtuales junta-gentes… Y lo era porque de verdad funcionaba eso de los like: cuantos más tenías más gente te veía, compartía, se corría la voz, y tal… Y claro, poco a poco creabas tu red social. Así de sencillo. Pues con una idea tan bonita y que funcionaba tan bien, en vez de buscar, o al menos no interferir en la difusión espontánea del talento y de la verdad de las cosas, estas redes siniestras se decidieron por lo que se llama monetizar la idea: o sea, importa una mierda la calidad de tus habilidades, solo quieren dinero…

Ahora, esto es basura publicitaria; da igual lo bien o mal que escribas, pintes, cantes, fotografíes o esculpas… Ahora algo, decide por su cuenta que sólo si gastas dinero tendrás audiencia. ¡Ah amigo, así cualquiera…! Pues que les den ¿Por qué para qué queremos entonces estas redes dizque sociales, si en absoluto nos mejoran siquiera socialmente…?

¡Vamos a la calle todos, pero ya…!

Antonio Rodríguez Miravete

Juntaletras. No conozco a nadie a fondo, con más defectos que yo mismo...

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Un comentario

  1. ¿Llegará otro 15M de «indignados»?…,
    espurreados por todo el territorio Nacional, conforme al Art. 19, ya que éste sólo se puede limitar cuando se acuerde estado de excepción o de sitio (Carta Magna 1978).
    Tienda de Campañas, urinarios portátiles, duchas de campaña, megáfonos de manifestación, contenedores para reciclar, anti-pulgas y mascarillas…,
    dinero, dinero y dinero…
    Y quién dió el dinero la otra vez… ¿?

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