Ley Vasca antipandemia: Impunidad democrática
Hace bien VOX en recurrir al constitucional, último garante del cumplimiento de la norma suprema del derecho español. Pero estos recursos pueden acabar siendo unos brindis al sol.
Desde hace años, muchos españoles sentimos una opresión en el pecho al ver cómo nuestros derechos quedan a la intemperie ante un poder ejecutivo desbocado hacia el totalitarismo.
Cuando me compré mi primera casa, contraté una buena póliza de seguros para sentirme protegido ante roturas, robos y accidentes domésticos. Pago la cuota anual con mucho gusto a cambio de tener tranquilidad, de no sentirme desprotegido ante los imponderables.
Nuestra constitución es la columna vertebral del estado de derecho. Si no se respeta y se cumple quedamos despojados de nuestra soberanía y libertad, a merced del más fuerte, del que controla el aparato del estado, del gobierno. Para que esto no ocurra, para que el imperio de la ley perdure en el tiempo, para no estar expuestos a los riesgos derivados de las ambiciones personales de los que llegan al poder, tenemos un seguro democrático llamado Tribunal Constitucional.
Es como tener nuestro propio equipo de seguridad que intervendrá siempre que seamos atacados por el sátrapa de turno. Mientras esta institución exista y FUNCIONE podemos dormir tranquilos.
¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué ya no dormimos tranquilos? ¿Por qué aparece esa opresión en el pecho? Porque sabemos que tanto PP como PSOE se han ocupado de desmantelar la independencia del tribunal, convirtiéndolo en una cámara de negociación entre los dos bipartidos. Han cancelado la póliza del seguro democrático que nos protegía. Hay muchos ejemplos de cómo los magistrados de este tribunal, aparcan de manera arbitraria unas causas y aceleran otras en una forma de prevaricación temporal. El último ejemplo ha sido el recurso de VOX contra el Real Decreto 463/2020 que declaraba el Estado de Alarma. Este recurso se presentó el 20 de mayo de 2020. El tribunal ha fallado a favor del recurrente UN AÑO DESPUÉS de la suspensión del decreto, permitiendo que nos pisoteasen ilegalmente durante tres meses.
Aunque el ejemplo más abrumador de la corrupción intrínseca en las decisiones del Constitucional, es el recurso interpuesto por el PP en junio de 2010 contra la reforma de la ley del aborto, presentada por el PSOE y aprobada el 3 de marzo del mismo año.
Este recurso no se ha resuelto 11 años después, ni siquiera se ha llevado un borrador al pleno. Más que curioso es que el que ha puesto a dormir esta causa sea su ponente, el magistrado Andrés Ollero, que fuera diputado del PP durante 17 años. Parece que espera a la caducidad de su mandato (julio 2021) para pasar la patata caliente a los magistrados progresistas y que sean estos los que lo archiven. Una verdadera vergüenza.
Es muy extraño que el PP, a pesar de tener mayoría conservadora en el tribunal, no consiga agilizar los recursos que tiene presentados, no sólo el del aborto, sino muchos otros como los de la Ley Celaá, Eutanasia o Patrimonio. Todo apunta a un intercambio de cromos con el PSOE, de asuntos que les puedan afectar más a ellos como partido, a cambio de ceder en lo que realmente afecta a la vida de los españoles.
Volviendo al principio de este texto: bien por el nuevo recurso de VOX contra esta decisión del parlamento vasco, que no respeta ni la ley ni nuestros derechos, pero está claro que no va a ser suficiente. Que confiar en estas instituciones, infectadas con los cambalaches habituales de nuestra corrupta clase política, es una postura naif a estas alturas. VOX es el único partido que se sitúa fuera del escenario bipartidista. Por ello es el único capaz de iniciar nuevos caminos que complementen su intensa labor en el campo de la justicia y debe hacerlo cuanto antes.
🗣 @Macarena_Olona «Lo que se está imponiendo es la posibilidad de poner una vacunación obligatoria a los ciudadanos vascos». pic.twitter.com/Lt5LWp2l5g
— Grupo Parlamentario de VOX en el Congreso (@VOX_Congreso) July 12, 2021