Las graves contradicciones de Putin

Estimados lectores de InfoHispania: primero que nada, deseo que se encuentren bien.

Hace mucho que no me dirijo a ustedes. Mi ausencia obedeció ―sobre todo― a que no quise incurrir en juicios precipitados sobre la ideología del presidente ruso Vladimir Putin luego de la invasión a Ucrania.

El jefe de Estado ruso se ha exhibido como un nacionalista y patriota conservador que está en contra del globalismo y de la agenda LGBTQ+. Su postura en ese sentido me parece correcta.

Sin embargo, de finales de septiembre a la fecha, ha mostrado otra faceta: la del izquierdista radical que silencia los crímenes cometidos por el comunismo, tanto en Rusia como en otros países, como Cuba. En esto, discrepo del jefe de estado ruso.

Para analizar la ideología de Putin tomé como base los tres principios de la lógica aristotélica:

  • principio de identidad
  • principio de no contradicción
  • principio de tercero excluido

El principio de identidad establece que toda idea es igual a sí misma. Dicho de otra manera: La verdad es la verdad.

El principio de no contradicción señala que ningún ente puede ser y no ser al mismo tiempo. Se es o no se es: En la verdad es y la verdad no es, la segunda es falsa.

El principio de tercero excluido determina que dos proposiciones contradictorias no pueden ser verdaderas de manera simultánea. En la verdad es buena o la verdad no es buena solo una es verdadera. La tercera opción está excluida.

Las contradicciones

Putin ofreció un discurso el 30 de septiembre pasado con motivo de la adhesión de Donetsk, Lugansk, Zaporozhie y Kherson a la Federación Rusa. La traducción oficial al español, tomada de la página del Kremlin, obra en mi poder. Sin embargo, ya no está disponible al público.

En esa ocasión, el presidente de Rusia afirmó que la incorporación de esos cuatro territorios se apegó a lo marcado por el artículo 1 de la Carta de la ONU, el cual reconoce el principio de igualdad de derechos y de autodeterminación de los pueblos.

En el párrafo 6 del referido discurso, Putin dijo lo siguiente:

«Repito, es un derecho inherente del pueblo. Se basa en nuestra afinidad histórica, y es ese derecho el que llevó a la victoria a generaciones de nuestros predecesores, aquellos que construyeron y defendieron Rusia durante siglos desde el período de la antigua Rus».                                                                      

El jefe de Estado ruso criticó en aquella ocasión a la élite del Partido Comunista de la Unión Soviética que liquidó a la URSS sin preguntar a la población si estaba de acuerdo.

«Esto desgarró y desmembró a nuestra comunidad nacional y desencadenó una catástrofe nacional. Así como el gobierno demarcó discretamente las fronteras de las repúblicas soviéticas, actuando entre bastidores después de la revolución de 1917, los últimos líderes de la Unión Soviética, en contra de la expresión directa de la voluntad de la mayoría del pueblo en el referéndum de 1991, destruyeron nuestro gran país, y simplemente hizo que la gente de las antiguas repúblicas lo enfrentara como un hecho consumado».

 

Putin dice una parte de la verdad: las fronteras internas de las repúblicas soviéticas se definieron arbitrariamente. Lo que no dice es que ―por ejemplo― Königsberg (que fue capital de Prusia Oriental desde la Baja Edad Media hasta 1945) fue arrebatada a Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial. Churchill y Truman se la entregaron cínicamente a Stalin.

Aquel dictador soviético hizo caso omiso de los principios de igualdad de derechos y de autodeterminación de los pueblos y anexó Königsberg (que nada tenía de rusa y de soviética) a la URSS. Y no solo eso, sino que la llamó Kaliningrado, en honor a Mijail Ivanovich Kalininin, el funcionario comunista que ordenó matar a más de 20 mil militares polacos en el bosque de Katyn en la primavera de 1940.

La Carta de la ONU se firmó el 26 de junio de 1945 y entró en vigor el 24 de octubre de ese año. El Acuerdo de Potsdam, que le entregó Königsberg a la URSS fue rubricado el 22 de agosto, es decir, dos meses y dos días antes de que entrara en vigor la Carta de la ONU.

Putin no es responsable de la anexión forzosa de Königsberg, hoy Kaliningrado, a la Unión Soviética. Puede alegar, además, que cuando se concretó, la Carta de la ONU no era vinculante.

De lo que sí es responsable, es de mantener a la actual población de ascendencia prusiana de Königsberg vinculada forzosamente a la Federación Rusa.  Esa gente merecería, al menos, ser consultada como se hizo con la de Donetsk, Lugansk, Zaporozhie y Kherson.

El homenaje a Fidel Castro

El 22 de noviembre pasado, Putin, acompañado del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, inauguró una estatua del exdictador cubano Fidel Castro Ruz que fue colocada en una plaza moscovita.

Debajo de la foto 3 de la crónica publicada por la página rusa Sputnik Mundo el 23 de noviembre, se lee lo siguiente:

«Al abrir la ceremonia, el líder ruso recordó su interacción con Fidel Castro y sus palabras de que no hay lugar para el dictado y el neocolonialismo en un mundo justo. El presidente de Rusia también destacó que Fidel Castro dedicó toda su vida a la lucha por la libertad de los pueblos oprimidos y la igualdad social, por la celebración de las ideas del bien, la paz y la justicia y es considerado con razón uno de los líderes más brillantes y carismáticos del siglo XX».1                                                                                     

¿Fidel, un héroe de la libertad?, ¿un luchador de la igualdad social?, ¿un paladín del bien, de la paz y de la justicia?, ¿uno de los líderes más brillantes y carismáticos del siglo XX?

Ese homenaje póstumo a Fidel Castro Ruz evidencia que a Putin no le importan las víctimas pasadas y presentes del comunismo cubano; ni las que ocasionó la guerrilla castrista y guevarista en América Latina y en África.

Una contradicción más

En su discurso del 30 de septiembre, Putin calificó de «satánicos» a los gobiernos occidentales que promueven e imponen la agenda LGBTQ+; menos de dos meses después, recibió ―como ya dijimos― al actual dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien la aplica ya en la isla.

En el párrafo 69 de su ya citado discurso del 30 de septiembre de 2022, Putin, (refiriéndose a la agenda LGBTQ+), dijo lo siguiente:

«Esta renuncia completa a lo que significa ser humano, el derrocamiento de la fe y de los valores tradicionales, y la supresión de la libertad están llegando a parecerse a una “religión al revés”: puro satanismo».

Enseguida, citó a Jesucristo:

«Exponiendo a los falsos mesías, Jesucristo dijo en el Sermón de la Montaña: “Por sus frutos los conoceréis”. Estos frutos venenosos ya son evidentes para la gente, y no solo en nuestro país, sino también en todos los países, incluidas muchas personas en Occidente».

Putin tiene razón en esto; sin embargo, preguntamos: ¿acaso no es satánico también el comunismo cubano que aplica la agenda LGBTQ+? El de Díaz-Canel, por añadidura, es un régimen que censura cualquier manifestación de protesta y mete a la cárcel a los llamados contrarrevolucionarios.

Por lo demás, ¿no fue satánico el régimen soviético que persiguió con especial furia a los clérigos y fieles católicos?, ¿y que mató a 60 millones de personas?

Putin criticó a los aliados el 30 de septiembre pasado por los bombardeos que arrasaron a ciudades alemanas como Dresde, Hamburgo, Colonia y muchas otras. Pero no mencionó las atrocidades cometidas por los soldados soviéticos contra la población civil alemana al final de la Segunda Guerra Mundial y posterior a ella.

Putin fue muy directo al denunciar el expansionismo Occidental, pero no dijo nada de que el Imperio Ruso privó a China de un millón de kilómetros cuadrados en el siglo XIX.

Presidente Putin:

  1. La verdad es la verdad, sin matices. No la politice. Reconózcala tal cual es. (Principio de identidad).
  2. Si usted reconoce los principios de igualdad de derechos y de autodeterminación de los pueblos, debe revisar ―por ejemplo― la situación de la población de origen prusiano de la actual Kaliningrado, antes Königsberg. (Principio de no contradicción).
  3. Si usted tiene la certeza de que la agenda LGBTQ+ es satánica, entonces desmárquese de los comunistas que la aplican. No hay una tercera opción. (Principio de tercero excluido).

El bien no necesita del mal. ¿De qué lado se pondrá, presidente Putin? ¿Quiere dar frutos buenos o malos? No se puede servir a Dios y al diablo al mismo tiempo.

Para finalizar, le digo: el gobierno comunista de China es ateo y traicionero. Tómelo en cuenta.

Referencias

  1. Sputnik Mundo. «“Ahora somos más fuertes porque estamos unidos”: así fue el discurso completo de Putin | Videos». 1 de octubre de 2022. https://sputniknews.lat/20221001/ahora-somos-mas-fuertes-porque-estamos-unidos-asi-fue-el-discurso-completo-de-putin-1131050257.html

 

Jorge Santa Cruz

Periodista mexicano, católico y conservador.

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