Las «Fases» de la Historia. Texto lúdico y poco serio
Tras la inapreciable contribución de los políticos de izquierdas a la lengua castellana, que ha venido a subsanar las posibles deficiencias de los señores académicos de la RAE indicándoles las nuevas reglas políticamente correctas, para la formación del género en el léxico de la Lengua Castellana, el Gobierno ha decidido poner orden en el caótico seno de la Real Academia de la Historia, fundada en 1738, distribuyendo las edades de la Historia en fases más actualizadas:
En primer lugar tenemos la llamada Edad Antigua, eufemismo para no llamarla Edad Vieja por tener connotaciones socialmente incorrectas y que, a pesar de ser la primera edad, podría llamarse la Tercera Edad, término mucho más aconsejable que Edad Antigua o Vieja.
Si establecemos un orden cronológico coherente con la «Nueva Normalidad» esta edad, etapa o fase, debería llamarse Edad Cero o fase cero, aplicando la aritmética oriental y no la romana en la cual no existía dicho concepto.
La segunda fase o fase uno, llamada también Edad Media, debe recibir definitivamente el nombre de Entera, puesto que es necesario que recupere toda su dignidad y respeto ante las demás edades y no seguir siendo considerada como inferior o incompleta, con poco desarrollo o insuficiente. Debemos darle ya el valor y honroso lugar que le corresponde en la totalidad de la Historia, otorgándole el sentimiento de plenitud inherente a la palabra “Entera”. Si nos acogemos a la taxonomía de las fases, sería fase uno, pero nunca, fase primera para no confundir con la antigua que es la fase cero o Avanzada Edad.
La tercera edad, no confundir con edad antigua, vieja o Edad Cero, es la Edad Moderna, que en realidad, no lo es, puesto que la Edad más moderna es la Contemporánea, pero, precisamente por esta razón, podríamos llamarla Edad Moderna De Que No, o más abreviadamente, Edad Bulomoderna. Nos encontraríamos en este caso en la fase dos, es decir la tercera fase utilizando un determinante ordinal.
La última edad de la Historia, la Contemporánea, dado que es tan cortita, apenas un par de siglos, no es lógico que tenga un nombre tan largo y rimbombante. Podríamos llamarla fase tres, Edad cuarta, o, estoy pensando que por su tamaño, podríamos también llamarla Edad Media Cuarta o Cuarto y Mitad; Si tenemos como referencia que en realidad, la Contemporánea es casualmente, una continuación de la Moderna, podríamos también llamarla Moderna coma cinco o Fase Tres y Medio, que en ordinales sería Fase Cuarta y Media, lo cual nos lleva a un clasificación propuesta anteriormente.
Tras la cuarta fase podría ir una quinta, por ejemplo, y tras esta, una Sexta.
Los intelectuales intuyen que en esta última, La Sexta, se dará una súbita y traumática regresión en el proceso de hominización. El Gobierno impondrá un estricto confinamiento de las ideas a su ámbito natural de creación: el cerebro.
El Gobierno quiere demostrar con esta colaboración con la Real Academia de la Historia, su voluntad de aportar modernidad, claridad y transparencia a todos los ámbitos que impregnan la vida de los ciudadanos, evitando así que cada cual pudiera campar por sus respetos al margen de la paternal y entrañable tutela izquierdista, garante y salvaguarda de las libertades de sus gobernados.
Nota: cuando gobierne Podemos, modernizaremos los nombres de Real Academia de la Lengua o de la Historia, modificando el arcaico y ambiguo término: “Real”, por el mucho más moderno y políticamente correcto: “Irreal”.