La sentencia relata la «connivencia» de los Mossos en la consulta del 1-O
Se habla de la “verdadera voluntad obstruccionista” del cuerpo de los Mossos.
Cuando el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, aún está pendiente de juicio en la Audiencia Nacional por un delito de rebelión, el futuro se pone negro para él, tras la reciente sentencia del Supremo.
Los jueces resaltan que el cuerpo policial autonómico trabajó en connivencia con quien era conseller de Interior, Joaquim Forn, y en consecuencia con el Govern, para facilitar la celebración del referendo del 1 de octubre.
Los jueces no dan por buena la postura de los máximos responsables de los Mossos que declararon como testigos en el juicio. Dan más verosimilitud a la versión del exsecretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto y del coronel de la Guarda Civil Diego Pérez de los Cobos, en el sentido de que el dispositivo dispuesto para el 1-O bien fue una “estafa”.
Los mandos de los Mossos siempre y en todo momento sostuvieron que la jueza del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que ordenó impedir la votación les advirtió que debía primar la “normal convivencia ciudadana”. El tribunal lo niega. La resolución concluye que “en el 1-O bien hubo capítulos de genuina complicidad” entre mossos y votantes.
Conforme la sentencia, Forn consiguió imponer a los Mossos sus objetivos políticos de permitir la celebración del 1-O. Un punto clave en todo el juicio fue si el operativo organizado por Trapero de mandar un “binomio” de 2 agentes a cada uno de los institutos era sufiente o, al contrario, se hizo para asegurar su inefectividad, tal como mantuvo Pérez de los Cobos, designado por el TSJC como organizador de los 3 cuerpos policiales el día del referendo.
El tribunal es en este punto especialmente duro con los Mossos. “Los binomios a cada centro de votación, sin discriminar aquellos que recibirían una gran afluencia de personas para votar, respecto de aquellos otros que previsiblemente eran poco significativos, supuso una neutralización de la capacidad operativa de ese cuerpo policial. La coartada de la insuficiencia de Mossos en cada uno y en todos los centros para cumplir el mandato de la magistrada Mercedes Armas, se mostró con cínica notoriedad”.