La incultura es el resultado de las elecciones del 10N

Ahora no queda otra que disfrutar de lo votado y que Dios nos coja confesados.

Desenterrar una guerra civil que nunca debió de existir y llevarla por bandera como programa político, es lo más rastrero que puede hacer un político de quinta, presidente de un partido político de cuarta.

Pedro Sánchez debería ser apartado de la política, y no volver a aparecer nunca más. Desde que este individuo decidió que tenía que ser presidente a toda costa, España ha caído en la mayor de las desgracias.

Miente desde su primera aparición, y lo sigue haciendo sin tregua. Hace poco más de dos meses, para ganar unas elecciones que nunca ganará sin la ayuda de populistas, secesionistas y asesinos, se hacía el digno, afirmando que nunca pactaría con esta gentuza, y ese pacto ya estaba más que pactado, valga la redundancia.

Lleva mintiendo desde el minuto cero de su aparición en el panorama político; mintió con su tesis doctoral, mintió con su falso libro, miente y miente sin medida alguna, y lo peor de todo, y a pesar de todo, es que sigue estando en la brecha.

La incultura política, que es lo que ha ocurrido en España al dejar la educación en manos de los políticos, es a lo que finalmente hemos llegado, a un desconocimiento total y absoluto de la verdadera historia de España, una historia maravillosa llena de gloria y de esplendor que toda está corte de bufones quiere destruir a golpe de adoctrinamiento vía decretazo.

La absurda medida de eliminar la religión católica en los colegios, aceptando la musulmana. Donde empieza la libertad de los musulmanes, termina la libertad de los católicos a poder elegir libremente su religión, como contempla la Constitución.

Otra prioridad de esta chusma es hacer desaparecer los colegios privados o concertados para poder controlar desde el gobierno la educación; donde empieza el adoctrinamiento escolar, acaba la libertad de la elección en la enseñanza.

Si estas son dos de sus primeras medidas, no quiero ni pensar qué nos deparará el futuro con este gobierno fantasmagórico.

El gobierno que quiere formar Sánchez no es ni más ni menos que la sentencia de muerte para España.

Lo acaecido en Cataluña, junto con la profanación de la tumba de Franco, sus continuas mentiras, su desconocimiento de nuestra, historia, nuestra, geografía y nuestras costumbres, deberían haber sido más que suficientes, para hacer reflexionar a los españoles y haber tirado a este mediocre inculto y embustero hasta la saciedad, de la Moncloa.

Pero de nuevo el resentimiento y la inmadurez política del sesenta por ciento de la población, nos ha llevado a la más absoluta de las ruinas.

Un bolivariano como vicepresidente, una cajera de ministra de sanidad, un secesionista que se dedicaba a la carga y descarga podría tener en sus manos cualquier ministerio; un ex miembro de la banda terrorista ETA, también podría llevar cartera ¿Por qué no? Los apoyos se pagan soltando presos y dando ministerios, es lo pactado.

Pedro I el guapo, añade a sus títulos nobiliarios el de profanador y justiciero

 

Todo esto es el resultado de la permisividad, del absentismo político, de la desidia, del empoderamiento, de la soberbia, y de la incultura. No todo vale, ni todos valen.

Si Dios no lo remedia que creo que es el único que puede hacer algo en este caos, este gobierno que se pretende formar, con comunistas, asesinos, secesionistas violentos, y peseteros vascos, va a llevar a nuestra querida España, al más oscuro y profundo de los agujeros negros, y lo más triste de todo es que quienes podíamos haberlo evitado no lo hemos hecho.

Ahora no queda otra que disfrutar de lo votado y que Dios nos coja confesados.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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