La hipocresía crónica del PSOE
Llaman poderosamente la atención, las recientes declaraciones de los dirigentes del PSOE, Alfonso Guerra, y sobre todo la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, queriendo desmarcarse de la peligrosa y dañina política para los intereses de España que está aplicando el Gobierno nacional del PSOE-Podemos, capitaneado por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Pareciera que ahora, de la noche a la mañana, los dirigentes socialistas que tienen para el próximo año importantes intereses autonómicos y municipales, se han vuelto fervientes patriotas españoles, para no perder a sus fieles votantes, que ante los desmanes y líneas rojas que ampliamente ha rebasado Sánchez, posiblemente traten de huir de este partido.
Pero solo los incautos y desinformados votantes socialistas, que todavía los hay, pueden creerse este repentino cambio de criterio de sus dirigentes, cuando todos sabemos que lo único que pretenden es continuar en sus cómodas poltronas.
Solo podríamos creer a García-Page, si todos los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha hubieran seguido el criterio de su Secretario General (y presidente autonómico) y hubieran votado NO en el Parlamento, para frenar las atroces leyes que Sánchez está tratando de imponernos por las bravas, para desmembrar el estado de derecho español.
