La crisis del Poder Judicial (España al borde del abismo)
Lamentablemente la ciudadanía no tiene ni idea de la gran trascendencia que esta crisis tiene en el futuro de nuestra maltrecha democracia. Y en gran parte se debe a lo mal que nos informan la mayoría de los medios de comunicación.
Por eso, modestamente, voy a tratar de ponerles en situación de lo que está ocurriendo:
La Constitución española de 1.978, en su Artículo 122, dice que el Consejo del Poder Judicial (CGPJ) estará formado por 20 vocales, 12 elegidos por los propios jueces (entre jueces y magistrados de la carrera judicial, en activo), 4 elegidos por el Congreso, y otros 4 por el Senado (en estos dos últimos casos, entre juristas de reconocida competencia), más el Presidente, que será el del Tribunal Supremo.
Pero para la justicia llega el fatídico año 1.985, en el que Felipe González, aprovechando su apabullante mayoría absoluta, aprueba la Ley Orgánica del Poder Judicial, con el objetivo de eliminar la independencia que nuestra Constitución le otorgaba al CGPJ, de modo que este queda totalmente politizado, al ser los 20 vocales nombrados, a partes iguales, por ambas Cámaras (10 por el Congreso y 10 por el Senado). Y así hasta el día de hoy.
Como de costumbre el Partido Popular, siempre durmiendo en los laureles, nunca aprovechó sus mayorías absolutas para deshacer este entuerto del PSOE, pensando en que también él se podía beneficiar durante su mandato. Por eso, ambos partidos son totalmente responsables de la situación actual, pues aunque el PSOE fue el promotor de este desatino, el PP no hizo nada para acabar con él cuando pudo hacerlo.
Ya en el año 2.010, hubo un manifiesto firmado por 1.400 jueces, denunciando la intervención de la política en el Consejo General del Poder Judicial. Pero ahí se quedó.
Partidos como UPyD (de Rosa Diez), Ciudadanos y últimamente VOX, siempre han sido contrarios a esta politización del Poder Judicial, negándose a participar en estos enjuagues entre los dos partidos mayoritarios.
La obsesión que ahora tiene el PSOE de Sánchez por tratar que el PP ceda a sus pretensiones, se justifica porque de este modo, conseguiría dar la vuelta a la tortilla (el CGPJ, de mayoría conservadora pasaría a ser de mayoría progresista), con lo cual ya tendría las manos libres para nombrar el nuevo Presidente del Tribunal Constitucional, y llegado a este punto, el peligro que se cerniría sobre nuestro país es total, porque quedaríamos en manos de los enemigos declarados de España.
Y como Europa conoce perfectamente que en España la Justicia está totalmente politizada, ahora está tratando de encauzar la situación para que la Justicia vuelva a lo que dicta nuestra Carta Magna, y que coincide exactamente con las directrices europeas, es decir que sea administrada por los jueces y no por los políticos.