La autarquía del franquismo o el falso aislamiento
El 25 de septiembre de 1936, el gobierno republicano de España, por medio del Ministro de Estado Julio Álvarez del Vayo, pidió a la Sociedad de Naciones (antecedente de la actual ONU) su protección y amparo frente a los asuntos de la Guerra Civil, pero sus demandas fueron desatendidas.
La principal demanda a la Sociedad de Naciones era que no se estaba respetando el Pacto de No Intervención firmado a finales de agosto por 27 países europeos, entre ellos: Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y la URSS, puesto que Alemania e Italia estaban suministrando armamento al bando rebelde.
¿Por qué los países firmantes del pacto y la propia Sociedad de Naciones ignoraron la petición de ayuda política del Gobierno republicano español?
«Blood, blood, blood» («Sangre, sangre, sangre») exclamó Churchill en septiembre de 1936 negándose a dar la mano a Pablo de Azcárate, el nuevo embajador en Londres del Frente Popular (Memorias de Pablo de Azcárate).
En Francia gobernaba el Front Populaire, (Frente Popular), completamente afín a la supuesta ideología del Frente Popular español, sin embargo, los franceses también, como los británicos, se negaron a prestar ayuda armamentística y respaldo político al Gobierno republicano.
Ante esta negativa, el Gobierno del Frente Popular solicitó ayuda a EEUU puesto que no era firmante del Tratado, pero este país adoptó el «embargo moral» y envió algo de material bélico al Gobierno frentepopulista a través de México, que sí apoyaba al bando rojo. El jefe del Estado rebelde, no tuvo problemas para adquirir armas y combustible en empresas privadas norteamericanas.
En septiembre, Largo Caballero empezó a enviar el oro de los españoles a la URSS (exigió el pago por adelantado) para recibir material bélico. Los mismos miembros del ejército republicano quedaron asombrados por lo defectuoso y obsoleto de este material que compró el Gobierno de Largo.
Es decir, recién iniciada la contienda, ningún país democrático de Europa quiso respaldar al Gobierno de la República. Tan solo lo hizo la URSS, siempre y cuando pagasen por adelantado.
Alemania en 1936 no era una dictadura, Hitler, líder del partido Socialista, había alcanzado la presidencia del gobierno a través de numerosas elecciones democráticas, y decidió apoyar a Franco; así mismo, Mussolini en Italia.
Vuelvo a preguntar: ¿Porqué las democracias europeas AISLARON al Gobierno republicano español?
La respuesta es muy clara y evidente: era un mal gobierno para la nación. Tras la palabra REPÚBLICA, escondían un falso sistema democrático. Las matanzas de religiosos y personas indefensas por parte de milicias izquierdistas, con la indiferencia del Gobierno del Frente Popular, recorrían los periódicos de todo el mundo.
Muy mala debió ser la gestión de este Gobierno republicano para que, incluso los europeos de su propia ideología, le negaran su ayuda.
El 1 de abril de 1939, EEUU reconoce al gobierno de Franco; pero, antes de que finalizase la Guerra Civil, Gran Bretaña y Francia (Febrero) también habían reconocido la legitimidad del gobierno franquista, aunque desde 1938, existían ya acuerdos comerciales y políticos entre ambos. También en 1938, Portugal reconoció el nuevo Gobierno con quien había firmado un tratado de no beligerancia en 1937.
Bueno, pues una vez expuestos todos estos datos, vamos a razonar.
En los libros de historia de los estudiantes de bachillerato y universidad se dice (y así lo recalcan los profesores) que el franquismo se inició con una etapa de AUTARQUÍA (autoabastecimiento).
Eso es cierto, sin duda, pero lo que no es tan cierto es la causa que ellos proponen para explicar este hecho histórico.
Hablan de «aislamiento internacional a la España fascista» por motivos políticos. Y, más recientemente, se dice que la autarquía fue una «opción» determinada por el Estado franquista.
Es decir, según la primera premisa, los países demócratas que habían apoyado, reconocido y mantenido relaciones comerciales y diplomáticas con el gobierno de Franco, que habían rechazado ayudar política y económicamente al bando rojo, de repente, al finalizar la guerra, le dicen a Franco: «Ya no te ajunto».
Si esta teoría fuese cierta estaríamos admitiendo que, los estados democráticos decidieron condenar al pueblo español al hambre por ser «facha».
La nueva teoría dice que el franquismo «optó» por la autarquía, es decir por el autoaislamiento y el autoabastecimiento. Concretamente, que fue Franco el que decidió que los españoles pasasen hambre.
No comprendo cómo pueden decir eso en una clase de bachiller y no se levante nadie a decirle al profesor que eso, no tiene ningún sentido ni base documental. Son ideas tan absurdas que me resulta muy difícil creer que nos las hayamos tragado durante tantos años.
La autarquía se produjo en España porque la Guerra había destruido todo el tejido económico del país, porque el país había quedado empobrecido por la desaparición de las reservas de oro del Banco de España y por el asalto a las entidades bancarias de particulares en todo el país, por los millones que se llevaron los políticos izquierdistas en 101 maletas a México para vivir holgadamente.
Pero, sobre todo, y esto es de sentido común, hubo autarquía porque los países que podían europeos estaban destruyéndose los unos a los otros y, evidentemente, no estaban en condiciones de ayudar a ningún país. Tras la guerra, en 1945, los países europeos, en realidad, lo que necesitaban era ayuda económica para reconstruir sus propios países.
La autarquía se produjo, evidentísimamente, por lo que nos robaron, y porque los demás países estaban peor que nosotros.
La ONU, a petición del Gobierno en el exilio, recomendó en 1946 que los países socios no mantuviesen relaciones diplomáticas con España. Pero en 1950, visto que nadie respetaba la recomendación, con la resolución 386 acaba con esta marginación. En 1955 España entró a formar parte de la ONU.
La ONU, nunca reconoció el Gobierno del Frente Popular en el exilio. Ni siquiera la URSS.
España obtuvo en 1970 por parte de los seis de la CEE (con quien mantenía fluidas relaciones comerciales e institucionales desde los años 50), un Acuerdo Preferente; Por cierto, antes que Gran Bretaña.