Hazaña de una Compañía de tanques española. Guerra de Marruecos. 1923
En junio de 1923, casi 2 años después del Desastre de Annual, el ejército español había reocupado gran parte del territorio perdido dos años antes pero en ese momento la situación se volvió alarmante de nuevo cerca de Melilla.
En el territorio de las cábilas o tribus de Tafersit y Beni Said se observaban de nuevo fuertes concentraciones de guerrilleros rifeños. El 28 de mayo se produjo un fuerte combate entre Bu Hafora y la llamada Loma Roja y las posiciones clave de Tizzi Asa y Dris- el Riffi quedaron prácticamente aisladas.
Para asegurar el paso de los convoyes hacia Tafersit y Tizzi Asa, ocupando algunos puntos estratégicos, el Mando español organizó una operación con 6 columnas al mando del general Julio Echague. Integrada en una de ellas, la del coronel de infantería, Ruiz del Portal, en el centro del ala izquierda, se encontraba la Compañía de Carros Ligeros de Asalto.
Eran 8 tanques ametralladores Renault F17 de fabricación francesa junto con dos camiones Renault e Hispano Suiza de transporte de víveres y municiones y gasolina, respectivamente.
A las 4:30 h. del 5 de junio salió la Compañía de Carros, al mando del capitán De Alfaro desde el campamento Tafersit junto con una guerrilla de soldados de Regulares. A las 7:15 h, los carros abrieron fuego sobre fuertes concentraciones de marroquíes cerca de Bu Hafora, que parapetados en cuevas y trincheras hacían un intenso fuego, con fusiles y ametralladoras.
Los tanques españoles asaltaron las posiciones rebeldes, después de dar media vuelta para coger del revés las trincheras enemigas, causando con su fuego grandes daños a los guerrilleros marroquíes.
Pero un proyectil lanzado a corta distancia penetró en la mirilla de uno de los carros provocando la perdida del ojo derecho y graves lesiones en el izquierdo con pérdida total de la vista al sargento Mariano García Esteban que mandaba la 2ª Sección de la Compañía (compuesta por 3 carros). Aún así se negó a ser evacuado y siguió dirigiéndo la batalla, mientras ordenaba a sus tanques seguir disparando hasta ocupar totalmente las trincheras contrarias.
Finalmente los guerrilleros rifeños cesaron su resistencia y los pocos que no murieron salieron huyendo. Así pues, asegurado el contacto con las posiciones asediadas y despejada la carretera los tanques españoles se replegaron hacia su base de Tafersit hacia las 19:20 de la tarde.
Todavía recibieron un último ataque guerrillero que inutilizó uno de los tanques al causarle la rotura de la cadena derecha pero su tripulación y armamento se salvaron. Los rifeños se retiraron finalmente quedando definitivamente despejada de presencia enemiga la zona.
En la operación, de casi 20 horas, los tanques españoles habían consumido casi 18.000 cartuchos de ametralladora, 1.230 litros de gasolina y 135 de aceite. Por parte española hubo diversos heridos.
El sargento García Esteban, ciego, se había presentado al capitán De Alfaro, comandante de la Compañía de Carros diciéndole: «Todo por la Patria, mi capitán, qué vamos a hacer». El heroico sargento García Esteban fue condecorado en 1928 con la Cruz Laureada de San Fernando, máxima condecoración militar española. Tuvo que abandonar el servicio activo pero se retiró del Ejército, años más tarde, con el grado de General de Brigada.
Revista Española de Historia Militar. Artículo de Javier de Mazarrasa. «La primera Laureada carrista» ( Julio 2000)