Hay motivos para estar preocupados, tras las últimas elecciones

Desde que se convocaron las elecciones, algo ha cambiado en mi vida; es la primera vez que estoy verdaderamente preocupada por el futuro de mi país, y más preocupada aún si cabe por cómo las personas no sabemos ver qué es lo que realmente importa, y es beneficioso para nosotros.

He sido libre de votar a varias tendencias políticas, porque no tengo nada que agradecer, absolutamente nada, a ningún partido político. Mi pan me lo he ganado con el sudor de mi frente y nunca con la ayuda de la política, o de algún político.

Ver a personas a las que creo preparadas y capaces, proferir burlas e insultos gratuitos contra cualquier político que no sea de su cuerda por el mero hecho de no serlo, es muy lamentable, y más lamentable si cabe, me parece el atacar e insultar sin tan siquiera haberle dado la oportunidad de expresarse, porque como no es de los míos, a este ni siquiera le escucho.

La inmadurez y la incultura política son un peligro incluso para nosotros mismos. Se pueden tener unos ideales políticos y defenderlos, pero nunca basándonos ni en el rencor del pasado, ni en pago de influencias, sino por convicción propia.

Si el partido en el cual milito o tengo concordancia de ideas lo lidera una persona poco preparada, tendré que plantearme otra alternativa.

Si mi partido es liderado por un corrupto tendré que plantearme otra alternativa.

Si mi partido es liderado por alguien que me enseña el camino a seguir, y él se desvía completamente de él, tendré que plantearme otra alternativa.

Si mi partido es liderado por alguien que tiene las manos manchadas de sangre inocente, tendré que plantearme otra alternativa.

Si mi partido está actuando totalmente fuera de la ley, tendré que plantearme otra alternativa.

El ser objetivo es una cualidad del ser humano que hay que poner en práctica. Hay que saber elegir conociendo todas las alternativas y quedarnos con la mejor, aparcando rencillas, rencores, y empecinamientos estúpidos, y si no cumplen con lo prometido, dentro de cuatro años a la calle llevándose lo mismo que trajeron, sus mentiras.

Esa es para mí la verdadera política, la que levanta y ayuda a un país a ser próspero, sin robar, sin matar, sin mentir, y sin engañar. Lo demás solo es afán de liderazgo y amor a uno mismo.

Para ser un buen dirigente político solo se necesitan tres cosas ser una persona preparada, honesta y amar a su país.

Nunca estaremos de acuerdo al cien por cien con ningún partido político, pero debemos buscar lo más beneficioso para una España que está mucho más enferma de lo que la mayoría piensa, por haberla dejado en manos de pésimos gobernantes.

Mª José Gómez Busó

Jubilada, apasionada del patchwork, rematadamente sincera, y enamorada de España, de su himno y de su bandera.

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