¿Gobierno de progreso? Simplemente decepción
El PSOE y UP pasan de ser el paradigma de la izquierda maximalista y de progreso a ser una simple y banal decepción para los que les han votado.
La política es una cuestión de prioridades, son dilemas con condiciones para poder facilitar la senda, camino o ruta a seguir, cuando estás decisiones te hacen elegir entre los derechos humanos y fundamentales, igualdad, justicia y libertad frente a tu programa o proyecto ideológico de nación y gana el segundo, queda reflejado de una forma diáfana que se está estructurando y construyendo la destrucción de la legalidad democrática.
No es igualdad la creación por el Estado de un ciudadano subvencionado de forma vitalicia desde que nace hasta que muere a costa de sumir en un lóbrego, aciago y cruel holocausto al resto de la sociedad, la decente, la honrada, la trabajadora, dicho de otra manera, gente como tú y como yo.
Siendo objetivo diré que sus políticas no son progresistas, sino regresionistas, no son sociales, sino asociales y no son democráticas, sino absolutistas y despóticas, primando la muerte frente a la vida.
No se puede anteponer la utopía e ideología, es decir la teoría o especulación a la realidad de la empírica y la praxis. No se puede primar la esclavitud frente a la libertad,es una forma sucinta y un tanto eufemista de la idea de derechos fundamentales que tiene la neoizquierda o supuesto progreso y sobre todo una gran falacia.
La neoizquierda y sus afines, acólitos y potenciales votantes confunden el parasitaje con el derecho, actúan de forma ambigua con arbitrariedad y de facto y reclaman o exigen lo que anhelan sea legitimado a iure. Me explico, siempre hablan de ese derecho recogido en la Constitución de que a cada español le pertenece una vivienda digna omitiendo y sesgando las obligaciones inherentes que lleva consigo ese derecho, como los pagos de los servicios que arrastra dicha propiedad. Es por eso que este Gobierno de coalición y de ideología marxista no es de progreso, ni social, ni democrático, sino regresionista, asocial y absolutista, antítesis de democrático. Es decir, una gran mentira, un fraude, una gran DECEPCIÓN.
España necesita un cambio que a día de hoy sólo defiende y representa VOX. No vale ser equidistante o victimista, los cambios se consiguen con hechos posteriores a las palabras. Es decir, si no estás contento con los resultados al final del día, algo tendrás que hacer o cambiar en el transcurso de este, que cambie los citados resultados. Sólo queda VOX.