García-Page, el aprendiz de disidente
El postureo permanente, es la pose habitual de este personaje, que no sabe ya que hacer para esconderse del PSOE, partido ya presumiblemente condenado a dejar el poder en la próxima contienda electoral, habida cuenta del estropicio nacional que está ocasionado su jefe.
Por eso, este charlatán cobardón, siempre abre el pico después de cada desaguisado de Sánchez, es decir siempre va a rebufo, porque si fuera valiente y coherente con sus tardías manifestaciones, lo que tendría que hacer es mojarse y sin tapujos tomar la iniciativa para pedir públicamente a todos los diputados de Castila La Mancha, antes de cada votación en el Parlamento nacional, que votaran de acuerdo a su conciencia, que se supone debe ser afín a la de su presidente regional.
Y esto no implica que deban abandonar el PSOE, sino sencillamente manifestar su respeto a lo que ellos prometieron en su programa electoral, en el que por ningún lado figuraban las barbaridades que ahora está llevando a cabo ese partido.
De no hacer esto, por favor Sr. García-Page, cállese ya de una vez.