Federico Jiménez Losantos. Cae un bastión de la resistencia

"Federico traspasó la línea roja al insultar a sus propios oyentes desafiándoles a que se fueran, despreciándolos, y además apuntando a VOX."

Cuántas mañanas nos hemos levantado con esa energía que Federico nos transmitía, poniéndonos una sonrisa en la cara con el «pelotón del pasmo».

Siempre he admirado la capacidad de este enorme comunicador para mantener a sus oyentes interesados durante más de una hora de monólogo, contándonos unas noticias que nos encendían como teas entre motes desternillantes, chascarrillos, anécdotas históricas y personales, y una alta dosis de cultura, haciéndolas mucho más llevaderas. Con Federico se cumplía aquello de «no te acostarás sin saber una cosa más».

A muchos nos enseñó a ver la noticia desde otra perspectiva. Cuando algunos teníamos la imagen de Rajoy como hombre de Estado; cuando valorábamos tanto a su mano derecha, Soraya Sainz de Santamaría, que siempre estaba ahí dando la cara cuando el «percebe de Pontevedra» se escondía detrás de un plasma, pero apuñalando a quien se interpusiera en sus planes un tanto «siniestros» para España; cuando Rajoy era Pimpinela con Pablo Iglesias en el Congreso; cuando le tomabamos cariño por sus frases con su lengua pegada a los premolares «los españoles son muy españoles y mucho españoles», «cuanto peor para todos, mejor para mi, el suyo beneficio político», «eso es una afirmación RUIZ y mezquina» (enfrentamiento con Pedro Sánchez en 2015). FJL nos fue mostrando la verdadera cara de Rajoy, su nefasta y traidora gestión colaboracionista con las políticas de Zapatero y culminadas por Pedro Sánchez alias Falconetti, Cum Fraude, el Felón, el Bello, el Siniestro. Cuántas veces nos ha contado la historia del bolso de Soraya, y cómo el percebe se pasó toda la moción de censura tomándola en el bar, «al que entró en vertical y salió en horizontal», entregando España a sus enemigos, momento a partir del cual la comenzaron a despedazar. «Y en estas estamos».

Cuántos consejos a sus hijos adoptivos, Casado y Abascal. Rivera se quemó a lo bonzo y Arrimadas hizo lo peor que podía hacer para Federico, intentar derribar a su intocable Isabel Díaz Ayuso. Bueno, lo de «intocable» tampoco es definitivo, con Federico nunca se está seguro. Una desobediencia en sus consejos, una rebaja en la publicidad institucional, y con toda seguridad que te ganas como mínimo un mote, o todo un programa de despotrique y descalificaciones. Aguado que cristalizó en adoquín, Ferreras Tres capas de calzoncillos, los Aristogatos, Pili Juergas, Yolanda Tenacillas, el actual Ministro de Cultura Pedo de Lobo…la mayoría con gracia, algunos míticos y casi todos reconocibles en el personaje convertido en diana.

Uno de sus consejos a Casado, precisamente cuando insultó de aquella manera tan «ruiz» a Santiago Abascal, y con él a sus 4 millones de votantes, fue que nunca debía insultar a los seguidores y votantes de otro partido para atraerlos. Qué sorpresa nos llevamos cuando hace unos días Federico invitó a Santiago Abascal a su programa y, a partir de una respuesta del invitado, FJL declaró la guerra a una parte de sus fieles seguidores. La entrevista transcurría de forma brillante, tanto por parte del entrevistador como del entrevistado. Federico preguntó a Abascal si se había vacunado. El líder de VOX contestó que no iba a responder a la pregunta porque estaba en contra de la exigencia de que la gente tuviera que mostrar el pasaporte COVID para entrar en determinados sitios, dando lugar a la vacunación obligatoria y VOX defiende la libertad de vacunación.

A partir de ahí, FJL convirtió sus programas posteriores en vertederos de fuertes insultos y descalificaciones contra la gente que ha decidido no inocularse en el uso de su libertad, al más puro estilo de la déspota Isabel San Sebastián, quien también los llamó asesinos. FJL aseguró que hordas de «antivacunas bebelejía» le habían insultado y amenazado de muerte a través de las redes sociales, para terminar calificando de friki y nazi a una parte de VOX donde encuadró a los «negacionistas».

Federico traspasó la línea roja al insultar a sus propios oyentes desafiándoles a que se fueran, despreciándolos, y además apuntando a VOX. Metió en el mismo saco a antivacunas, negacionistas y a gente informada que había considerado no inocularse, caricaturizando a todos hasta el esperpento.

Abascal se llevó su parte. Lo llamó cobarde por miedo a enfrentarse a su electorado y a las redes sociales. Dijo que su valentía la dejó en Amurrio. El tono iba subiendo. Cuatro o cinco personas se manifestaron a las puertas de su emisora y Federico rompió públicamente con Abascal por considerarlos sus «Pirracas» (los matones que Pablo Iglesias mandó a Vallecas a agredir a VOX).

Santiago Abascal condenó el escrache y dijo que no tenían cabida en VOX quienes acosasen o amenazasen a quienes decidieran o no vacunarse. VOX está por facilitar la vacunación a quien quiera hacerlo y por defender la libertad de quien decida no hacerlo.

No voy a entrar a valorar la efectividad de un medicamento experimental del que ni las farmaceúticas ni los Gobiernos quieren hacerse responsables de los graves efectos secundandrios que producen en un porcentaje de los inoculados a corto plazo. A largo plazo no lo sabe nadie todavía. La muerte no entra como efecto secundario y también se conocen estadísticas. Para hacerla obligatoria, alguien se tiene que responsabilizar de los efectos secundarios y muertes. La respuesta de quienes quieren imponer el medicamento es que «son más las ventajas que los inconvenientes». Eso también es discutible, y sobretodo que cada uno asume sus propios riesgos. Hasta ahora éramos dueños de nuestra vida, excepto los partidarios del aborto que se adueñan de la del feto. Nadie tiene el derecho a obligarnos a jugar a la ruleta rusa, sea cual sea el porcentaje de riesgo.

FJL nos ha dejado sorprendidos que como liberal haya utilizado los mismos métodos de los dictadores a los que ataca cada día. Los que no se vacunan son hordas salvajes e irresponsables que no tienen derecho a decidir porque no tienen capacidad de pensar, o lo que es peor, no tienen derecho a disentir. Se impone la «vacuna» como otro dogma irrefutable. Va sonando a otra imposición del Globalismo con beneficios millonarios, como todos sus dogmas. Facebook, Google, Instagram, YouTube…eliminan todos los informes contrarios a lo que nos llega de la OMS o de los científicos no cancelados.

Como dice el Coronel Baños en un video de YouTube, que aconsejo («La Desinformación»), de pronto pones una cadena de TV, sigues con las demás y todas repiten lo mismo, asusta. Observamos cómo Federico se ha unido a ese acoso de la vacunación. La opinión y consejo bienintencionado se ha transformado en imposición, y de ahí al insulto grueso y a la descalificación. No sé si será cierto lo de las amenazas que ha recibido o viene siendo otro episodio como el de la «navajita plateá» de Reyes Maroto, que de una navajita tamaño llavero sacó la fotocopia de una navaja que ya la hubiera querido Curro Jiménez.

Siento que ha caído un bastión de la Resistencia. También dice el Coronel Baños que los actuales informadores funcionan como empresas. Las empresas buscan beneficios, por tanto son fáciles de comprar.

En fin, Federico, no sé si se resentirá tu credibilidad, lo que es seguro es que has dado un bajón en la escala de la confianza. Tras las declaraciones de Abascal en el programa de Dieter Brandau, diste por «zanjado el asunto». Coge una hoja de papel, Federico, hazlo una bola, ponla en la palma de tu mano y ciérrala con fuerza. Abre la mano, saca el papel y lo extiendes. Observa cómo ha quedado respecto a su aspecto inicial. Así de quebrada ha quedado nuestra confianza.

Norma Vega

No soy informadora, soy analista. Estamos en la era de la desinformación, de la performance política, así que al leer una noticia me pregunto: quién la emite, a quién beneficia y a quién perjudica, como si de un presunto delito se tratara, al fin y al cabo, una información falsa debería serlo.

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