Estudio, trabajo y serenidad

Venimos hablando de la supuesta amnistía que Sánchez está negociando con los independentistas, el referéndum inconstitucional de segregación e incluso la ruptura definitiva de España como un Ente único de futuro común y, siendo todo ello parte de la agenda política, produciéndose afirmaciones que parecen ir por esa línea, el discurso del PSOE es “cuando tengamos un texto, emitiremos una opinión”. Es decir, ellos negocian todo lo que hemos expuesto, pero no asumen, ni explicitan, lo que están haciendo, de forma que al final podría darse la siguiente situación: no alcanzan un acuerdo por el motivo que sea y afirmarán que la derecha engañaba a los ciudadanos con cesiones que nunca se realizarían, pese a que se estaban realizando, que la derecha es una mentirosa que mete miedo al ciudadano, pese a que estaban en esa intención rupturista y que Sánchez, precisamente por esa lealtad a España, no ha sucumbido al independentismo, con lo que conseguirá dar la vuelta a la tortilla y aparecer como garante de lo que ha estado a punto de conceder.

Por su parte, la derecha sigue con melindrosas acciones y no asumen que el PP necesita de VOX, que VOX debe de dejar de insultar al PP, que el PP es un centro derecha preciso y VOX una derecha democrática y seria que debe de desprenderse de “cabos de la legión” y “extremos esquizoides” para, sin complejos, sin miedos, mirando a los ojos a los electores, reconocer que son palos de un mismo árbol, que ambos son democráticos, serios y que les difieren conceptos políticos comunes con visiones diferentes, pero que precisan colaborar, coordinar y trabajar en pos de un objetivo común.

En ese sentido, no deben caer en la crítica fácil de la negociación de Sánchez, sino exigir la transparencia y presentación democrática de lo que está negociando, deben de, luchando contra la amnistía, exigir de Sánchez que no engañe a los ciudadanos, que no engañe a su partido, que sea democrático y transparente y exprese sin ambages qué está negociando.

El juego de Sánchez es hacer lo que quiere, saltarse los procesos, protocolos y sistemas democráticos de control y presentar los hechos como emanados de la divinidad e impregnados de bondad para, con ello, trasladar que es la oposición la canalla, por más que sean acciones totalitarias, dictatoriales, pobrísimas democráticamente y con engaños que nos llevan a la sima, y por ello la oposición debe, tiene la obligación, de dejarse de luchas intestinas o patadas en la espinilla, para exigir la transparencia, demostrar la farsa y desenmascarar la trama, pues de otro modo el resultado será que se eliminarán entre ellos y vencerá Sánchez como buen tahúr y persona zurriburri o de la más baja estofa.

La norma, el modelo democrático, el sentido común y el respeto a los protocolos, establece que se discutan las normas, se informen, se sometan a un proceso y se aprueben para después implementarlas, y acabamos de contemplar cómo primero se impone una voluntad torcida, luego se aplica y finalmente se aprueba la norma; es decir, nos ziscamos en la democracia y luego aprobamos una norma y la investimos de legitimidad y democrático actuar, ambos inexistentes, pero no pasa nada.

Tenemos un gobierno, en funciones, que se excita con su autoproclamación de defensor de la Constitución, pero es el único que ha sido denunciado como vulnerador de los Derechos Fundamentales de los ciudadanos y de la Constitución y se lo pasan por el arco del triunfo, pero no pasa nada.

Por primera vez en democracia, el perdedor de las elecciones no reconoce la victoria electoral y se dedica a deslegitimar a este por presentarse a la elección, mientras el perdedor se dedica a negociar con asesinos o representantes de asesinos, delincuentes o representantes de delincuentes, auto irrogándose legitimidad democrática para ello y auto erigirse en vencedor de las elecciones que no ganó; es decir, no asume, no respeta y no admite que es un perdedor que conseguirá, o no, el poder por medio de la negociación que no por las urnas.

El momento es de serenidad, firmeza, colaboración, coordinación, trabajo y estudio de cómo la derecha tiene que actuar sin fisuras para impedir que los independentistas y terroristas impongan la ruptura siempre deseada por ellos para cubrir el ansia de poder de una persona sin escrúpulos, ni moral: Pedro Sánchez.

Mientras no lo hagan así las dos derechas, irán perdiendo impulso, apoyo y credibilidad, y se perderán los pocos o muchos controles a la labor de destrucción democrática de Sánchez .

Enrique de Santiago Herrero

Abogado. Máster en Ciencia Política. Diploma de estudios avanzados en Derecho Civil Patrimonial. Derecho penal de la empresa. Colaborador y articulista en diversos medios de comunicación escrita, radio y televisión.

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