Estoy a favor de la independencia
Catalanes y judíos
Mi apellido es Catalá. Se supone que un antepasado mío vivió en Cataluña pero tuvo que emigrar para encontrar algo mejor para vivir y encontró, Valencia. Por eso soy valenciano. El apellido no me va a coartar de decir lo que pienso.
Lo mismo le ocurre al señor Rufián, que por su apellido podríamos pensar que es Español, ya que la palabra catalana sería Rufià (según el «diccionari.cat» etimológicamente significaría: pelirrojo/a. Se aplicaba a las prostitutas por la peluca roja que llevaban. En una segunda acepción significa: «2 fig Persona perversa, sense honor.»)
Los valencianos sentimos cierto recelo hacia los catalanes porque desde los años sesenta tenemos una quinta columna de catalanistas entre nosotros, que pretenden entregarnos a Cataluña, en grado de sumisión, haciendo desaparecer nuestra cultura, nuestra lengua, nuestras costumbres y apoderarse de nuestra literatura, del territorio en el que vivimos (lo llaman la «Catalunya del Sud») y hasta de nuestra paella.
Los judíos son una Nación. La palabra “Nación” hace referencia al nacimiento; todo aquel que nazca en el seno de una nación, pertenece a ella. Durante dos mil años han sido nación y así lo han comprendido aunque nazcan en distintos territorios, por eso hay judíos franceses, judíos españoles, judíos estadounidenses, etc. Ellos saben que son una Nación, aunque vivan en lugares distintos, aunque hablen lenguas distintas y tengan costumbres distintas. Saben que son la Nación Judía.
Los Sefardíes son una rama de los judíos que se encuentra diseminada por varios continentes, pero especialmente por Europa, África del norte y Estados Unidos. Se creó tras la expulsión de los judíos en 1492 del territorio español, ordenada por los Reyes Católicos.
Es un grupo que tiene un gran prestigio dentro de la comunidad judía; el mismo Shimon Peres (Pérez), noveno presidente de Israel, pertenecía a este grupo.
Aunque estos sefarditas vivan en países tan dispares como Holanda o Turquía, muchos conservan el recuerdo de su origen español (Sefarad): algunas recetas de cocina, apellidos ya bastante deteriorados por los siglos (Rodrigue, Roiz, Dias, Safadi, Sabina, Salamanca, Suriano, Toladano,…), canciones; incluso se dice que algunas familias guardan la llave de su casa en España, porque creyeron sus antepasados que iban a volver. Pero, lo más importante, también guardan la lengua que hablaban en el siglo XV en Castilla, y esto les hermana.
Existe una canción de cuna sefardí, que todavía se canta; se llama «Durme, durme mi angelico». La letra de la canción nos menciona unas palabras que la madre dedica al recién nacido mientras trata de dormirlo en sus brazos. Escribiré la primera estrofa. Si no me falla la memoria, dice así:
Durme, durme, mi angelico,
Hixico (hijico) chico de tu nasión
Criatura de Sion
No conoses la dolor.
Duerme, duerme, angelito mío, el hijo más pequeño de tu nación. Criatura de Sión*. Todavía no conoces el sufrimiento.
*(Monte de Sion. Conquistado por el rey David. Considerado como centro espiritual y la «madre de todos los pueblos» (Salmo 87, 2).)
Los judíos no han tenido ningún problema de identidad durante dos milenios de diáspora. Desde el año 45 d. de C., han sabido conservar su identidad, vayan donde vayan, estén donde estén, y estando sometidos a todas las tribulaciones imaginables.
Los catalanes también pueden hacer lo mismo que los judíos: dicen que son una nación, que tienen una lengua común, una forma de vivir su catalanidad, en fin: una idiosincrasia propia. Pues bien, por mí, pueden irse donde quieran o donde les quieran…, pero las cuatro provincias…, Esas cuatro provincias donde viven…, que las dejen donde están; son de España. Son de los españoles.
Tal vez, pudiésemos llegar a un acuerdo, si quisiesen pagar un alquiler por el «solar» y las infraestructuras que España ha construido en él.
Cómo me ha gustado lo que has dicho, me lo has explicado muy bien, pero los valencianos tener cuidados, porque junto con las islas Baleares, muy pronto vais a formar parte de los paises catalanes