Es que no aprendéis. Ni aunque os maten
Y mientras, todas las tardes a las 8, sigue habiendo gente que sale al balcón a aplaudir no se sabe bien qué.
GeorgeOrwell67.- De todas las salvajadas que estamos presenciando estos días, probablemente la más gorda sea la forma en que hemos dejado morir a la generación que nos lo dio todo. A la generación que levantó este país. A la generación que pasó hambre y privaciones para que la gran mayoría de nosotros tuviéramos estudios y un porvenir mejor que el suyo.
Los hemos dejado morir solos y abandonados. Sin darles ningún tipo de ayuda. Sin siquiera intentar mitigar su dolor. En algunos sitios, han muerto de una forma horrorosa, horrible, espantosa, criminal….
Este país necesita una gran catarsis y una gran limpieza moral. Toda la gente que ha dejado morir a sus ancestros, o que han participado de algún modo en dicha atrocidad, todas esas «personas» no merecen otro calificativo que el de despreciables genocidas.
Cuando una sociedad se encuentra con que un porcentaje elevado de su población son genocidas despreciables, si quiere sobrevivir como sociedad civilizada, no tiene más remedio que tomar serias medidas.
Tan serias, implacables y contundentes son las medidas que vamos a necesitar implementar que sinceramente, si queremos tener éxito, hemos de tener clarísimo que la actual Democracia y el actual Sistema se nos quedan muy, muy, muy, pero que muy cortitos.
Otra cosa es que queramos seguir como hasta ahora, permitiendo que los mismos que ocultan el terrible genocidio que estamos presenciando, emitan en horario de máxima audiencia comedias estúpidas con más de 15.000 muertos encima de la mesa.
Muertos y víctimas que supongo, digo yo, tendrán familiares que quizá quisieran compartir su dolor y contar su experiencia. Pero por lo visto, ninguno de los más de 19.000 periodistas asociados a la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) han tenido tiempo ni ganas para ejercer su oficio y entrevistar a una sola de esas personas, familiares o amigos de los muertos de Pedro y Pablo.
Y mientras, todas las tardes a las 8, sigue habiendo gente que sale al balcón a aplaudir no se sabe bien qué.
¿Qué coño se aplaude? ¿Los más de 15.000 muertos? ¿Que os están meando en la cara y os están diciendo que es colonia? ¿Que os están mintiendo descaradamente con los números? ¿Que somos el país con el índice más alto de muertos por millón de habitantes del mundo? En serio, ¿qué narices salís a aplaudir cada día?
¿De verdad creéis que toda esta gestión y todo lo que está ocurriendo merece un aplauso?
Me dicen que hay gente a la que reconforta dicho acto. No lo niego, ni dudo de que habrá personas que lo hagan de todo corazón, pero el uso torticero que se está haciendo de esos aplausos es para que os lo hagáis mirar. Sinceramente, si os creéis de verdad que estáis saliendo a aplaudir a los profesionales de la sanidad, es que sois más bobos de lo que pensaba. Y en ese caso, por supuesto, este país se merece cualquier cosa que le pase.
El rojerío puede seguir negando sus culpas. La gente, puede seguir haciendo la estúpida y dejándose manipular. Está por ver si cuando votemos, que no vamos a tardar mucho, y esta vez lo vamos a hacer con el bolsillo, votamos más inteligentemente que las últimas veces…
Lo que sí que os puedo asegurar, es que nos está quedando una democracia cojonuda, ¿verdad?
¿No?
Pues los medios de comunicación españoles, utilizando vuestros aplausos, dicen que sí. Y se congratulan…
Es que no aprendéis. Ni aunque os maten.
Mi balcón… Ahora luce correctamente. Quieran o no los genocidas, estamos de luto… pic.twitter.com/cKocNqjgAo
— George Orwell 67 (@georgeorwell67) April 12, 2020